/ lunes 12 de abril de 2021

Alma Humana | Antisocial


“todos los días entraba mi padre a violarme desde que tenía 5 años. Nunca se detuvo. Mi madre y él se emborrachaban, me golpeaban con cable o palo de escoba y me dejaban solo en casa, con hambre y, en ocasiones, estaba enfermo. Una vecina me daba comida, no les importaba mi vida. A los 12 años me salí a vivir a la calle con unos cuates y me drogaba con ellos, pero, para sobrevivir, empecé a robar en el mercado comida, hasta llegar a asaltar a la gente de la calle en las noches”

Luis de 15 años de edad, originario de Tapachula, Chiapas se encuentra en el Centro Tutelar para menores infractores en Tapachula, ya que, cometió el delito de portación de armas y drogas, agresión con arma punzo cortante y violación a un menor de 6 años.

Este es uno de tantos miles de casos que existen en la humanidad, la cual, es un problema de raíz desde el núcleo familiar. El diagnóstico de Luid es Trastorno Antisocial de la Personalidad (DSM-V). Tanto los factores genéticos como los ambientales contribuyen al desarrollo de éste. El ser humano repite patrones de conducta desde su propia experiencia o crianza. Al formar una familia, inconscientemente, asimila que la forma de atender a su progenitor es la correcta, asimilando que la violencia es sinónimo de afecto, que no hay otro medio de comunicar y dar amor a quienes te están cuidando en ese momento. Cabe recordar que las consecuencias de esta personalidad en jóvenes adolescentes es una psicopatía, y que puede ser tratada con terapia psicológica para tratar años de agresión que sufrió durante la infancia. Sin embargo, hay una opción que ahorra las conductas delictivas y asesinas, y es la crianza positiva en nuestros niños. Debemos ir a terapia psicológica antes de embarazarnos, ver que traumas o problemas emocionales tengo como individuo y modificarlos para estar en armonía con mi familia y la sociedad, pero no, culturalmente hablando no nos preparan, no nos enseñan, y mucho menos nos capacitan en agú lugar llamado escuela o trabajo. El embarazo esta etiquetado como sinónimo de amor entre la pareja, más no en el niño.

Estimado lector, el ser humano no nace con maldad y no nace sabiendo. Como decía John Locke, filósofo y médico inglés, que el ser humano al nacer tiene la mente como una pizarra o tabula rasa en blanco. Los modelos de aprendizaje son mamá y papá o cualquier ser humano que cubra sus necesidades primarias y secundarias. La disciplina con amor y los valores fortalecen. De ti poderoso humano, depende qué experiencias, filosofía o idiosincrasia quieres escribir en la cabecita de un niño. Dejemos de romantizar la violencia desde el más mínimo golpe o insulto. La culpa no es del gobierno, no de los maestros, ni de las redes sociales, es solamente tuya por no atender tus emociones antes de ser padre y criar a un infante. Sino saludas cada que entras a algún lugar o no agradeces, tu hijo observa cada movimiento, escucha lo que dices y sigue tus pasos. A partir de ahí debes orientarlo con amor y valores.



“todos los días entraba mi padre a violarme desde que tenía 5 años. Nunca se detuvo. Mi madre y él se emborrachaban, me golpeaban con cable o palo de escoba y me dejaban solo en casa, con hambre y, en ocasiones, estaba enfermo. Una vecina me daba comida, no les importaba mi vida. A los 12 años me salí a vivir a la calle con unos cuates y me drogaba con ellos, pero, para sobrevivir, empecé a robar en el mercado comida, hasta llegar a asaltar a la gente de la calle en las noches”

Luis de 15 años de edad, originario de Tapachula, Chiapas se encuentra en el Centro Tutelar para menores infractores en Tapachula, ya que, cometió el delito de portación de armas y drogas, agresión con arma punzo cortante y violación a un menor de 6 años.

Este es uno de tantos miles de casos que existen en la humanidad, la cual, es un problema de raíz desde el núcleo familiar. El diagnóstico de Luid es Trastorno Antisocial de la Personalidad (DSM-V). Tanto los factores genéticos como los ambientales contribuyen al desarrollo de éste. El ser humano repite patrones de conducta desde su propia experiencia o crianza. Al formar una familia, inconscientemente, asimila que la forma de atender a su progenitor es la correcta, asimilando que la violencia es sinónimo de afecto, que no hay otro medio de comunicar y dar amor a quienes te están cuidando en ese momento. Cabe recordar que las consecuencias de esta personalidad en jóvenes adolescentes es una psicopatía, y que puede ser tratada con terapia psicológica para tratar años de agresión que sufrió durante la infancia. Sin embargo, hay una opción que ahorra las conductas delictivas y asesinas, y es la crianza positiva en nuestros niños. Debemos ir a terapia psicológica antes de embarazarnos, ver que traumas o problemas emocionales tengo como individuo y modificarlos para estar en armonía con mi familia y la sociedad, pero no, culturalmente hablando no nos preparan, no nos enseñan, y mucho menos nos capacitan en agú lugar llamado escuela o trabajo. El embarazo esta etiquetado como sinónimo de amor entre la pareja, más no en el niño.

Estimado lector, el ser humano no nace con maldad y no nace sabiendo. Como decía John Locke, filósofo y médico inglés, que el ser humano al nacer tiene la mente como una pizarra o tabula rasa en blanco. Los modelos de aprendizaje son mamá y papá o cualquier ser humano que cubra sus necesidades primarias y secundarias. La disciplina con amor y los valores fortalecen. De ti poderoso humano, depende qué experiencias, filosofía o idiosincrasia quieres escribir en la cabecita de un niño. Dejemos de romantizar la violencia desde el más mínimo golpe o insulto. La culpa no es del gobierno, no de los maestros, ni de las redes sociales, es solamente tuya por no atender tus emociones antes de ser padre y criar a un infante. Sino saludas cada que entras a algún lugar o no agradeces, tu hijo observa cada movimiento, escucha lo que dices y sigue tus pasos. A partir de ahí debes orientarlo con amor y valores.


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