Esto se llama voluntad política. También se llama responsabilidad y cumplimiento. Esto se llama gobernabilidad. ¿A qué me refiero? Al pago del adeudo a los maestros de Chiapas que gestionó y logró el gobernador Rutilio Escandón Cadenas ante el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Los maestros van a recibir su pago en tres quincenas de cien millones de pesos cada una, directamente a los bolsillos de quienes esperaron inútilmente ese dinero por más de tres años. Los gobiernos anteriores sometían a la sociedad chiapaneca y a sus maestros cuando escatimaban los salarios legítimamente devengados. Ni marchas ni bloqueos ni plantones tenían efecto alguno. Los oídos eran sordos y los ojos, ciegos.
Ya no hay Reforma Educativa, ya les pagarán los adeudos, ahora no sabemos si los maestros seguirán con la inercia de organizar marchas de protesta. ¿Seguirán siendo manipulados por Bahámaca? En realidad, no necesitan liderazgos corruptos, si con la negociación civilizada sumada a la voluntad política de Escandón Cadenas todo llegó a buen puerto.
Un nuevo panorama se abre para Chiapas. Es muy posible que la educación retome su rumbo, como posible es que los maestros tomen gis y borrador y no se aparten del pizarrón. Ya no será un sueño ver a los niños rumbo a clases. A los maestros se les paga porque ya se fueron los de la insaciable avaricia, los depredadores que mantuvieron a Chiapas secuestrado desde el poder durante doce años.
Sin que esto signifique adelantar vísperas ni echar campanas al vuelo de manera adelantada, hay esperanzas fundadas de que los maestros reflexionen, recuperen la dignidad lastimada por los corruptos y crean lo que en realidad son: los hacedores del futuro a través de las mentes frescas de niños y niñas que habrán de transformar a Chiapas para bien en los próximos años.A doble espacio
