/ miércoles 13 de abril de 2022

Aguas profundas | La Ruta de Dos Bocas inamovible

El plan no se mueve, en serio. El calendario de la 4T dice que el próximo 2 de julio el presidente inaugura la refinería Olmeca, mejor conocida como Dos Bocas, que según los reportes oficiales de la Secretaría de Energía lleva un avance físico de 90%.

Ese es el reporte de la Sener. Se puede discutir, creer o no. Pero son los datos oficiales, los últimos disponibles de la autoridad responsable.

Dicen que acabará dentro del plazo prometido. La refinería inició su construcción en agosto de 2019 y la Sener dice que si la construcción hubiese empezado en la segunda mitad del sexenio, su costo sería del doble. El reporte de Nahle agrega: una obra así en cualquier parte del mundo costaría 20 mil millones de dólares, debido al incremento del 300% en el precio del acero.

Nahle asegura que en México la construcción de la refinería tendrá un costo de 9 mil 800 millones de dólares porque al proyecto inicial se le añadió una planta de cogeneración.

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“Al principio CFE nos iba a brindar la electricidad, pero se decidió que se hiciera una planta de cogeneración para que la refinería fuera autónoma (…) Se hizo un gasoducto de 65 km y un acueducto de 28 km”, esto aumentó el costo. Las nuevas inversiones obligaron a pasar de los 8 mil 900 millones iniciales a 9 mil 800 millones finales.

Los datos que tiene la titular de la Sener, Rocío Nahle, es que inicialmente se había calculado que la refinería tendría una tasa de retorno de 14%, pero con la subida de los precios del petróleo, podrá ser superior a 17%. La meta es que para finales de 2023 México no deberá exportar nada de petróleo porque “todo lo debemos procesar en las siete refinerías, más la de Deer Park”.

La realidad es que el proyecto de Dos Bocas tiene un par de meses en que, oficialmente, pasó el punto de no retorno. Lo más caro ahora sería cancelarla.

Buzos.

1.- El rotundo fracaso de Pemex respecto al campo Ixachi, en Veracruz, el yacimiento terrestre más grande de Pemex en los últimos 25 años, con reservas 3P de más de mil millones de barriles de petróleo crudo, y del cual se esperaba una producción de al menos 80 mil barriles diarios de condensado y 700 millones de pies cúbicos diarios de gas nos hacen preguntar porque Octavio Romero se mantiene como director. A febrero de 2022 Ixachi no produce lo prometido, incluso la producción de Pemex en todos sus campos cae a tan solo el 71 % de lo producido en mayo 2016.

2.- Octavio Romero, nos cuentan, quiere una batería de separación en Ixachi, en la que invitaron a Baker Hughes, con una capacidad de procesamiento de 600 millones de pies cúbicos diarios. Si la consigue sólo entregará a los centros procesadores de gas de Pemex uno 100 millones de pies cúbicos diarios de gas, algo muy por debajo de la disponibilidad de esta infraestructura que solo opera al 45% de su capacidad, hoy tienen una capacidad sub utilizada de más de 3 mil 800 millones de pies cúbicos diarios. Es decir, prefiere vender a terceros el gas que algún día producirá Ixachi, en lugar de aprovechar la infraestructura existente para procesarlo. Parece que busca promover negocios como la batería de separación donde se han desechado ofertas que no incluyen a quienes él propone.


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El plan no se mueve, en serio. El calendario de la 4T dice que el próximo 2 de julio el presidente inaugura la refinería Olmeca, mejor conocida como Dos Bocas, que según los reportes oficiales de la Secretaría de Energía lleva un avance físico de 90%.

Ese es el reporte de la Sener. Se puede discutir, creer o no. Pero son los datos oficiales, los últimos disponibles de la autoridad responsable.

Dicen que acabará dentro del plazo prometido. La refinería inició su construcción en agosto de 2019 y la Sener dice que si la construcción hubiese empezado en la segunda mitad del sexenio, su costo sería del doble. El reporte de Nahle agrega: una obra así en cualquier parte del mundo costaría 20 mil millones de dólares, debido al incremento del 300% en el precio del acero.

Nahle asegura que en México la construcción de la refinería tendrá un costo de 9 mil 800 millones de dólares porque al proyecto inicial se le añadió una planta de cogeneración.

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“Al principio CFE nos iba a brindar la electricidad, pero se decidió que se hiciera una planta de cogeneración para que la refinería fuera autónoma (…) Se hizo un gasoducto de 65 km y un acueducto de 28 km”, esto aumentó el costo. Las nuevas inversiones obligaron a pasar de los 8 mil 900 millones iniciales a 9 mil 800 millones finales.

Los datos que tiene la titular de la Sener, Rocío Nahle, es que inicialmente se había calculado que la refinería tendría una tasa de retorno de 14%, pero con la subida de los precios del petróleo, podrá ser superior a 17%. La meta es que para finales de 2023 México no deberá exportar nada de petróleo porque “todo lo debemos procesar en las siete refinerías, más la de Deer Park”.

La realidad es que el proyecto de Dos Bocas tiene un par de meses en que, oficialmente, pasó el punto de no retorno. Lo más caro ahora sería cancelarla.

Buzos.

1.- El rotundo fracaso de Pemex respecto al campo Ixachi, en Veracruz, el yacimiento terrestre más grande de Pemex en los últimos 25 años, con reservas 3P de más de mil millones de barriles de petróleo crudo, y del cual se esperaba una producción de al menos 80 mil barriles diarios de condensado y 700 millones de pies cúbicos diarios de gas nos hacen preguntar porque Octavio Romero se mantiene como director. A febrero de 2022 Ixachi no produce lo prometido, incluso la producción de Pemex en todos sus campos cae a tan solo el 71 % de lo producido en mayo 2016.

2.- Octavio Romero, nos cuentan, quiere una batería de separación en Ixachi, en la que invitaron a Baker Hughes, con una capacidad de procesamiento de 600 millones de pies cúbicos diarios. Si la consigue sólo entregará a los centros procesadores de gas de Pemex uno 100 millones de pies cúbicos diarios de gas, algo muy por debajo de la disponibilidad de esta infraestructura que solo opera al 45% de su capacidad, hoy tienen una capacidad sub utilizada de más de 3 mil 800 millones de pies cúbicos diarios. Es decir, prefiere vender a terceros el gas que algún día producirá Ixachi, en lugar de aprovechar la infraestructura existente para procesarlo. Parece que busca promover negocios como la batería de separación donde se han desechado ofertas que no incluyen a quienes él propone.


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