Sigue latente la amenaza de un paro de labores de parte de la sección 7 del SNTE y de la CNTE, como lo ha declarado el dirigente, Pedro Gómez Bámaca.
Sin embargo, la postura de la Secretaría de Educación (SE) es muy clara: quien se ausente de su centro de trabajo se le correrá los procesos administrativos correspondientes.
Y eso debe suceder, porque son tan trabajadores como cualquier otro, y quien no esté en su centro de trabajo deberán levantarle el acta administrativa correspondiente, porque ya basta de chantaje de parte de este sindicato acostumbrada hacer lo que mejor les viene en gana.
Además, les debe quedar claro que en este sexenio las cosas serán diferentes, pues la secretaria de Educación, Aidé Domínguez Ochoa ha dado a conocer además la instauración de 8 carpetas de investigación en contra del líder sindical, Gómez Bámaca, entre otras cosas por usurpación de funciones, pues han tenido la osadía de correr cadena de cambio entre 2 y 3 mil maestros.
Estos han cambiado de centro de trabajo sólo con una “orden de comisión” emitida por Gómez Bámaca, usurpando las funciones de la autoridad estatal, y como es de esperar, no serán reconocidos ante la dependencia correspondiente, por ello tienen dos opciones: o se regresan a su centro de trabajo o se exponen a ser despedido del mismo por no cumplir con ello.
Además oficialmente hubieron 585 ascensos de nivel federal y 356 estatal, los cuales son respaldado por parte de la SE, toda vez que en algunas escuelas donde son mayoría integrantes de la CNTE se han negado a recibirlos e impedir su acceso, pero en su mayoría, afirma la Secretaria, se ha solucionado.
El llamado ahí está para que los maestros no caigan en desacato de no acudir a dar clases, toda vez que este 6 tienen programada una marcha y posiblemente la definición del paro de labores.
Pero esta vez la SE ha sido clara, día no trabajado, día no pagado, esperemos que eso sea así hasta el final, y no termine siendo ficha de cambio el regreso de sus salarios si deciden irse a paro.
Aunque esta vez hay otra atenuante, los padres de familia, en su mayoría están en contra de los maestros paristas, cansados de ver cómo sus hijos pierden clases y nunca se los reponen a pesar de todos los ofrecimientos.
Asimismo, la autoridad federal ha dejado claro cuáles son los derechos y obligaciones del sindicato de maestros y por más berrinche que hagan se ve difícil logren terminar haciendo lo que mejor les parezca como ha sucedido en otros sexenios.
Si de verdad quieren la educación de los niños, los maestros deben buscar otras alternativas para demandar sus “derechos laborales” que al final ese es el punto que discuten, no la enseñanza de los alumnos.
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