/ jueves 15 de abril de 2021

Carrereando La Chuleta | El reciclaje de las promesas


Mi mamá tenía la costumbre de ir juntando la comida que sobraba, así pues la Goya desarrolló un plan bastante innovador y curioso. La comida que no era jugueteada, decía ella, se ponía en una olla que estaba en el refrigerador, a ladito del foco que trae el refri para que uno la viera. Si ya nadie quería comer o ya llevaba cinco recalentadas, ese pollo iba parar inevitablemente a la olla de las sobras.

Con las sobras que se iban juntando a la semana, y en donde había pollo, res, pan. frijoles y algunas otras cosas que iban a parar ahí, sepa por qué, se preparaba un pastel, el mundialmente famoso "pastel de sobras de la Goya", y ese pastel cumplía una función muy interesante cuando alguien de la casa tenía antojo de algo, iba y se servía una rebanada de pastel de sobras, y la verdad era bueno, hasta qué ocurrió lo que nadie se imagina: el pastel de sobras fue a parar a la olla de sobras, y ya nadie quiso comer una sola rebanada de ese pastel.

Algo similar está pasando en la política del país, nos empezaron a reciclar promesas que ninguno, ni persona, ni partido político, ni Instituto, ni grupo o agrupación, pudo cumplir siguiendo el más viejo de los vicios: prometer lo que se sabe no se va a poder cumplir.

Nos están ofreciendo las mismas promesas de hace tres años, y agréguele usted todas las promesas de hace 80 años a la fecha, esas que en 80 años no han sido resueltas.

Por ejemplo, el más reciente candidato, que está buscando repetir en el cargo, pero que no tiene el respaldo de acciones que haya realizado en beneficio de la población, y que volvió a la vieja cantaleta de prometer que van a sacar a los corruptos del poder.Qué ya se le olvidó que son ahora ellos los que están en el poder?

Y así, aquellos que prometieron cosas hace 20 años, y que medio cumplieron con dos o tres, o de plano con ninguna, van a regresar a ofertarnos su mismo catálogo de promesas y "soluciones", a ver quién se las traga ahora.

Ya llegó la hora de que los candidatos hagan pública su propuesta, por insípida que sea y en caso de que tengan una, en un documento formal, con el respaldo del instituto político, con nombres y apellidos de aquellos que los acompañan, y que de paso ofrezcan la receta mágica de cómo lo van a lograr.

Hemos tenido candidatos, mejor dicho un diputado, que sólo se han subido a la tribuna a tomarse la foto, y nos ha vendido la idea de que han trabajado a rajatabla para beneficio de la región, aunque los logros que dice haber obtenido, no los vemos por ningún lado.

Falta que empiecen las candidaturas a las presidencia municipales, y creo que nos van a ofrecer pastel de sobras.

Nos están reciclando las promesas de campaña, se están empezando ya a acusar entre ellos, pero ninguno está aportando el cómo nos van a sacar de la pobreza, en la que estamos nosotros, claro, no ellos.

Hoy más que nunca debemos fijarnos en qué es lo que han hecho los que pretenden dirigirnos, de qué viven, cuál es su modo de vida, su política, sus ideales, la filosofía que los gobierna y la fama pública de la que gozan, porque tenemos empresarios con empresas quebradas, leyendas que ahora no saben qué hacer con su vida, prominentes ganaderos y agricultores con nexos turbios, o gente que ha vivido toda su vida de la política.

¿Cuál de todos es el menos malo? Tal vez la respuesta esté frente a nuestros ojos.

Más pastel de sobras? No gracias, me gustaría más que hicieran lo que hizo mi mamá: empezó a cocinar menos, para que no hubiera tantas sobras, y así todo mundo estaba contento, con hambre, pero contento.

Muchas gracias por los comentarios que envían. Se les agradece, como siempre quedo a sus órdenes y a carrerear la chuleta porque no llegan solas.


Correo: ronay.mx@gmail.com



Mi mamá tenía la costumbre de ir juntando la comida que sobraba, así pues la Goya desarrolló un plan bastante innovador y curioso. La comida que no era jugueteada, decía ella, se ponía en una olla que estaba en el refrigerador, a ladito del foco que trae el refri para que uno la viera. Si ya nadie quería comer o ya llevaba cinco recalentadas, ese pollo iba parar inevitablemente a la olla de las sobras.

Con las sobras que se iban juntando a la semana, y en donde había pollo, res, pan. frijoles y algunas otras cosas que iban a parar ahí, sepa por qué, se preparaba un pastel, el mundialmente famoso "pastel de sobras de la Goya", y ese pastel cumplía una función muy interesante cuando alguien de la casa tenía antojo de algo, iba y se servía una rebanada de pastel de sobras, y la verdad era bueno, hasta qué ocurrió lo que nadie se imagina: el pastel de sobras fue a parar a la olla de sobras, y ya nadie quiso comer una sola rebanada de ese pastel.

Algo similar está pasando en la política del país, nos empezaron a reciclar promesas que ninguno, ni persona, ni partido político, ni Instituto, ni grupo o agrupación, pudo cumplir siguiendo el más viejo de los vicios: prometer lo que se sabe no se va a poder cumplir.

Nos están ofreciendo las mismas promesas de hace tres años, y agréguele usted todas las promesas de hace 80 años a la fecha, esas que en 80 años no han sido resueltas.

Por ejemplo, el más reciente candidato, que está buscando repetir en el cargo, pero que no tiene el respaldo de acciones que haya realizado en beneficio de la población, y que volvió a la vieja cantaleta de prometer que van a sacar a los corruptos del poder.Qué ya se le olvidó que son ahora ellos los que están en el poder?

Y así, aquellos que prometieron cosas hace 20 años, y que medio cumplieron con dos o tres, o de plano con ninguna, van a regresar a ofertarnos su mismo catálogo de promesas y "soluciones", a ver quién se las traga ahora.

Ya llegó la hora de que los candidatos hagan pública su propuesta, por insípida que sea y en caso de que tengan una, en un documento formal, con el respaldo del instituto político, con nombres y apellidos de aquellos que los acompañan, y que de paso ofrezcan la receta mágica de cómo lo van a lograr.

Hemos tenido candidatos, mejor dicho un diputado, que sólo se han subido a la tribuna a tomarse la foto, y nos ha vendido la idea de que han trabajado a rajatabla para beneficio de la región, aunque los logros que dice haber obtenido, no los vemos por ningún lado.

Falta que empiecen las candidaturas a las presidencia municipales, y creo que nos van a ofrecer pastel de sobras.

Nos están reciclando las promesas de campaña, se están empezando ya a acusar entre ellos, pero ninguno está aportando el cómo nos van a sacar de la pobreza, en la que estamos nosotros, claro, no ellos.

Hoy más que nunca debemos fijarnos en qué es lo que han hecho los que pretenden dirigirnos, de qué viven, cuál es su modo de vida, su política, sus ideales, la filosofía que los gobierna y la fama pública de la que gozan, porque tenemos empresarios con empresas quebradas, leyendas que ahora no saben qué hacer con su vida, prominentes ganaderos y agricultores con nexos turbios, o gente que ha vivido toda su vida de la política.

¿Cuál de todos es el menos malo? Tal vez la respuesta esté frente a nuestros ojos.

Más pastel de sobras? No gracias, me gustaría más que hicieran lo que hizo mi mamá: empezó a cocinar menos, para que no hubiera tantas sobras, y así todo mundo estaba contento, con hambre, pero contento.

Muchas gracias por los comentarios que envían. Se les agradece, como siempre quedo a sus órdenes y a carrerear la chuleta porque no llegan solas.


Correo: ronay.mx@gmail.com