/ jueves 26 de mayo de 2022

Carrereando la chuleta | Ideas brillantes y no sólo un día


El 25 de cada mes la plebe conmemora un día para actuar, generar conciencia y prevenir la violencia contra mujeres y niñas. El objetivo es, entre otros, movilizar a la opinión pública y a los gobiernos para que se emprendan acciones concretas con el fin de promover y fomentar la cultura de la no violencia.

Varias ocasiones hemos atendido este tema, desafortunadamente en todo el mundo hay estadísticas de incidencia, de violencia en contra de las mujeres. Latinoamérica no es la excepción; México, ni se diga; Tapachula tiene una alerta de género. No se puede entonces minimizar la violencia que sufren las mujeres en sus propios hogares, en la calle o hasta en sus trabajos.

Me contactaron de la Fiscalía del Estado, del Centro de Justicia para las Mujeres. No es la primera vez que lo hacen y yo encantado de poder servir en la radio para difundir contenido que es de beneficio común, más aún si va enfocado en el mejoramiento de las condiciones de vida de las mujeres.

Estuve con la artillería pesada, platiqué con Anahí Morales, quien está en la Coordinación Jurídica del Centro de Justicia para Mujeres en Tapachula. Platicó con el auditorio y conmigo, sobre cómo la justicia, la Fiscalía y las leyes, van buscando mejoramiento constante para combatir esta modalidad de violencia.

Porque ahora la violencia en contra de la mujer se sigue de oficio, es decir, la autoridad que tenga conocimiento del caso debe darle seguimiento aun cuando la persona le haya otorgado el perdón a su pareja. Este centro ofrece atención médica, emocional y psicológica, para el fortalecimiento de la autoestima; asesoría y acompañamiento jurídico, trabajo social, es decir, a la mujer no se le deja sola, por el contrario, se le da el acompañamiento. La idea es acercar lo más que se pueda la Ley y la justicia a la mujer que lo necesita.

Hoy en día el vestirse de naranja, marchar, alzar la voz… ayuda, por lo menos en lo mediático, pero la esencia es y sigue estando en la voluntad de querer cambiar todos, y nos toca aportar, desde la educación a los niños, para que tengan una idea de vida alejada de la violencia familiar; asesorar a quien desafortunadamente la sufra y denunciar a quien la ejerza. Esta sociedad se ha mostrado renuente, y en ocasiones, hay que decirlo, tristemente es la misma mujer quien pareciera apoyar las conductas violentas.

Fue un gusto escuchar a mi amiga Anahí, en representación de la Fiscalía y de este centro; una funcionaria confiable, inteligente, de plática amena, sabedora de lo que se tiene que hacer y de cómo se debe hacer.

Los índices delictivos son muy elevados, la alerta de género es justo eso, una alerta porque las cosas andan mal, muy mal. ¿De qué manera responder a esto? Bueno, entre otras cosas con gente preparada, con funcionarios que apliquen la Ley como es debido para que no se repitan estos actos, y con la voluntad de todos. Falta mucho, pero cruzados de brazos no estamos, o eso espero. Yo –como muchos que conozco, funcionarios y no–, pongo mi granito de arena a cada momento, y me da gusto que quien está al frente de las instituciones especializadas sepan cómo atenderla y tratarla, enfrentarla, combatirla, con funcionarios que sean sensibles al dolor y a todo el sufrimiento que implica ser una mujer violentada.

Da gusto saber que el género femenino tiene este centro de justicia para su servicio, además, claro, de las distintas fundaciones y asociaciones que van enfocadas a la misma meta: erradicar la violencia en contra de mujeres y niñas.

Ojalá el destino, la suerte, la vida, nos mande más mujeres como Elsa Simón, que es incansable; como Anahí, que busca y trabaja por un nuevo rostro en la justicia; o como todas las mujeres que sin necesidad de mencionarlas, denuncian la violencia y se atreven a dar ese difícil paso.

Mucho agradeceré sus comentarios a rgonzalez@diariodelsur.com.mx


El 25 de cada mes la plebe conmemora un día para actuar, generar conciencia y prevenir la violencia contra mujeres y niñas. El objetivo es, entre otros, movilizar a la opinión pública y a los gobiernos para que se emprendan acciones concretas con el fin de promover y fomentar la cultura de la no violencia.

Varias ocasiones hemos atendido este tema, desafortunadamente en todo el mundo hay estadísticas de incidencia, de violencia en contra de las mujeres. Latinoamérica no es la excepción; México, ni se diga; Tapachula tiene una alerta de género. No se puede entonces minimizar la violencia que sufren las mujeres en sus propios hogares, en la calle o hasta en sus trabajos.

Me contactaron de la Fiscalía del Estado, del Centro de Justicia para las Mujeres. No es la primera vez que lo hacen y yo encantado de poder servir en la radio para difundir contenido que es de beneficio común, más aún si va enfocado en el mejoramiento de las condiciones de vida de las mujeres.

Estuve con la artillería pesada, platiqué con Anahí Morales, quien está en la Coordinación Jurídica del Centro de Justicia para Mujeres en Tapachula. Platicó con el auditorio y conmigo, sobre cómo la justicia, la Fiscalía y las leyes, van buscando mejoramiento constante para combatir esta modalidad de violencia.

Porque ahora la violencia en contra de la mujer se sigue de oficio, es decir, la autoridad que tenga conocimiento del caso debe darle seguimiento aun cuando la persona le haya otorgado el perdón a su pareja. Este centro ofrece atención médica, emocional y psicológica, para el fortalecimiento de la autoestima; asesoría y acompañamiento jurídico, trabajo social, es decir, a la mujer no se le deja sola, por el contrario, se le da el acompañamiento. La idea es acercar lo más que se pueda la Ley y la justicia a la mujer que lo necesita.

Hoy en día el vestirse de naranja, marchar, alzar la voz… ayuda, por lo menos en lo mediático, pero la esencia es y sigue estando en la voluntad de querer cambiar todos, y nos toca aportar, desde la educación a los niños, para que tengan una idea de vida alejada de la violencia familiar; asesorar a quien desafortunadamente la sufra y denunciar a quien la ejerza. Esta sociedad se ha mostrado renuente, y en ocasiones, hay que decirlo, tristemente es la misma mujer quien pareciera apoyar las conductas violentas.

Fue un gusto escuchar a mi amiga Anahí, en representación de la Fiscalía y de este centro; una funcionaria confiable, inteligente, de plática amena, sabedora de lo que se tiene que hacer y de cómo se debe hacer.

Los índices delictivos son muy elevados, la alerta de género es justo eso, una alerta porque las cosas andan mal, muy mal. ¿De qué manera responder a esto? Bueno, entre otras cosas con gente preparada, con funcionarios que apliquen la Ley como es debido para que no se repitan estos actos, y con la voluntad de todos. Falta mucho, pero cruzados de brazos no estamos, o eso espero. Yo –como muchos que conozco, funcionarios y no–, pongo mi granito de arena a cada momento, y me da gusto que quien está al frente de las instituciones especializadas sepan cómo atenderla y tratarla, enfrentarla, combatirla, con funcionarios que sean sensibles al dolor y a todo el sufrimiento que implica ser una mujer violentada.

Da gusto saber que el género femenino tiene este centro de justicia para su servicio, además, claro, de las distintas fundaciones y asociaciones que van enfocadas a la misma meta: erradicar la violencia en contra de mujeres y niñas.

Ojalá el destino, la suerte, la vida, nos mande más mujeres como Elsa Simón, que es incansable; como Anahí, que busca y trabaja por un nuevo rostro en la justicia; o como todas las mujeres que sin necesidad de mencionarlas, denuncian la violencia y se atreven a dar ese difícil paso.

Mucho agradeceré sus comentarios a rgonzalez@diariodelsur.com.mx