Estamos completamente de acuerdo con que, como los técnicos en el futbol, cada presidente que llega al poder tiene su forma de tomar las riendas de una nación, en este caso, México.
Su procedencia social, formación familiar y política, sus creencias religiosas, todo influye en la forma, el estilo, la manera de llevar a cabo su gestión.
El coco, lo hemos dicho hasta el cansancio, de los gobiernos mexicanos en los tres últimos sexenios, ha sido el tema de la inseguridad.
Parece que el problema no tiene una solución, o al menos, no se puede solucionar con una sola medida.
Por eso es justificable que el nuevo presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien también lo ha expresado, intenta lograr un cambio de régimen y no solamente un cambio de gobierno, ponga “toda la carne al asador” en la llamada Guardia Nacional.
Sin ser alarmistas y no es por echar grilla, si esta corporación que ha entrado en funciones con 70 mil elementos en 150 coordinaciones regionales del país fracasa, después qué…
LA SEDUCCIÓN DE LA CORRUPCIÓN
El Presidente de México tiene como una de sus principales banderas el combate a la corrupción.
Casi no hay conferencia mañanera en la que no haga referencia a este tema, y lo mismo ocurre en los gobiernos estatales, principalmente los ligados a Morena y AMLO. Les importa mucho el combate a la corrupción y la impunidad.
La pregunta que tenemos que hacernos es ¿qué garantías existen de que los integrantes de la Guardia Nacional no sean seducidos por la corrupción?
Esta nueva corporación se ha conformado con integrantes de la “policía militar” y “policía de la Armada de México”, así como miembros de la Policía Federal, a quienes el presidente mexicano les ha ofrecido mejores salarios y prestaciones.
Ojalá que esta promesa, en un sexenio donde también predomina la austeridad y el ahorro, se lleve a cabo, porque, de lo contrario corremos el riesgo de que los grupos delincuenciales “seduzcan” a los integrantes de la Guardia Nacional, y después qué…
NO LE ECHEMOS LUMBRE AL FUEGO
La operatividad es uno de los temas que más pelean los integrantes de la Policía Federal, quienes, aprovechando la cobertura de los medios de comunicación, rechazaron que haya “mano negra”, como aseguró el presidente de México, en un video del miércoles por la noche y en la mañanera.
Los policías federales, no todos, pero sí una buena parte, se rehúsan a incorporarse a la Guardia Nacional porque consideran que perderán derechos laborales como la operatividad, que consiste en casi 10 mil pesos mensuales entregados porque tienen que ir de ciudad en ciudad o de región en región.
A pesar de que el mismo Presidente de México ha negado que vayan a perder sus derechos laborales, los uniformados, unos 800, continuaron el jueves las acciones de protesta que comenzaron el jueves: protesta y bloqueos.
En respuesta a estas movilizaciones, el titular de Seguridad, Alfonso Durazo, le echó más leña al fuego y acusó que “la mano negra” de la que había hablado López Obrador, es la del expresidente de México, Felipe Calderón.
Como sea, es necesario que el gobierno encuentre la forma de conciliar con los policías federales que se resisten a incorporarse a la Guardia Nacional o, simplemente, que los liquide conforme a derecho.
No es nada positivo para el país que cuando se pone en marcha una nueva corporación, la Guardia Nacional, llamada a cambiar los números de la inseguridad, ésta comience trastabillando. Ya lo dijimos: Después qué…
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