De la noche a la mañana, el canciller mexicano, Marcelo Ebrard Casaubón, pasó de estar sentado hasta atrás de la clase y en lo oscurito, a tener los reflectores encima de forma permanente. Lo que pida el señor.
Logró “comprar” 45 días al presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, quien traerá a México como su “puerquito” hasta que se reelija, y entonces el exjefe de gobierno del extinto Distrito Federal se apoderó de la palabra en la conferencia mañanera.
Fue tal la confianza que tiene el funcionario, claro, enviado al ruedo por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, que el martes hasta les impuso “una pregunta” a los reporteros que acuden a la conferencia matutina, quienes suelen ser “chacaleros” y quieren soltar sus cuestionamientos de a dos y hasta de tres por uno.
Marcelo Ebrard, desde que comenzó el sexenio había figurado poco, y quizá su actuación “tímida” obedeció a que desde el momento en que fue nombrado como parte del gabinete de la 4T se le “postuló” para las elecciones de 2024.
Ahora, tras la embestida “trumpista”, el canciller se convirtió en una especie de “súper secretario” o “vicepresidente”, pues luego de ir a negociar a Washington, también fue designado para encabezar una comisión especial gubernamental que se encargará de contener la migración.
En 45 días, Ebrard y un equipo de funcionarios tendrán que demostrar que la política migratoria que aplica México es efectiva, y así, Donald Trump nos dejará en paz, al menos por un tiempo.
Marcelo Ebrard, en un abrir y cerrar de ojos, está en los cuernos de la luna, mediáticamente hablando. Su jefe, AMLO, nomás lo mira de reojo.
El experredista podrá meter mano en Seguridad Pública, la Guardia Nacional, Migración y Secretaría del Trabajo, pero eso sí, tiene la obligación de dar resultados.
Si logra que el gobierno de Estados Unidos, en particular Donald Trump, retiren la amenaza de los aranceles a los productos que México exporta y nos avalen “el trabajo” migratorio, entonces será más que candidateable.
Si fracasa, el canciller, por cierto, un férreo “tuitero” contra Donald Trump en los tiempos de campaña en el vecino país del Norte, entonces podría convertirse en una especie de “patito feo”…
ERA EN PECERA GRANDE
El chiapaneco Eduardo Ramírez sigue como pez nadando en pecera grande. Ha tenido buenas intervenciones como en el caso de la aprobación de la Guardia Nacional, ahora tan mencionada porque será quien se encargue de “contener” las oleadas de migrantes.
Apenas el martes, el político de origen comiteco, intervino en el Senado de la República, durante el análisis de la posible aprobación del llamado Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), el cual, se supone, tendría que quedar “planchado”, precisamente en el plazo de 45 días que Donald Trump le dio a nuestro país.
“… el Tratado tiene una resonancia importante porque regula cada una de las actividades comerciales entre México, Estados Unidos y Canadá”, dijo el senador por Movimiento Regeneración Nacional.
Indicó que, en esta primera reunión con funcionarios de las secretarías de Economía y Relaciones Exteriores, se analizarán los 34 capítulos que contiene el instrumento.
FGR: NO EMPECEMOS
El día que la Fiscalía General de la República (FGR) detuvo a los activistas pro derechos humanos, Irineo Mujica y Cristóbal Sánchez, pensamos que era mucha coincidencia, pues ese día comenzaba la negociación de México y Estados Unidos para evitar los aranceles.
Este miércoles, ambos fueron liberados por “falta de pruebas, según un juez federal. El caso sigue abierto, pero, no empecemos, no empecemos…
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DESTACADO
Marcelo Ebrard, desde que comenzó el sexenio había figurado poco, y quizá su actuación “tímida” obedeció a que desde el momento en que fue nombrado como parte del gabinete de la 4T se le “postuló” para las elecciones de 2024
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