Le han llamado de mil formas, han rediseñado la estructura institucional para seguir ejerciendo presión sobre lo que consideran es un logro del sindicalismo radical al que se han plegado en los últimos 40 años; sin embargo, este es uno de los centros de la polémica y motor de discordia con la CNTE y el gobierno por el momento.
Los maestros quieren imponer un “logro” de cómo conducir por sus intereses el magisterio y lo definen como una lucha popular; el gobierno, está claro y hace bien, no va a perder la rectoría del Estado en la materia.
La CNTE quiere ser quién siga manejando el sistema de prelación de las plazas magisteriales, porque afirman que es un derecho adquirido y que nadie mejor que el propio sindicato para saber dónde el sistema educativo chiapaneco adolece de personal calificado, comprometido y decidido a sacar al “buey de la barranca” en el que ha estado por décadas.
Pero todos saben que esa mentira ya se cayó, porque los propios maestros no quieren seguir siendo los rehenes de una organización magisterial más política y más rentable electoralmente, que una verdadera línea de defensa en pro de los maestros, sus derechos, sus obligaciones y demás.
Y a eso, súmele el coraje que les anida en lo profundo del alma, particularmente al Comité Político Central de la CNTE, que tiene que ceñirse a una nueva directiva que corresponde a la titular de la Secretaría de Educación en Chiapas, Rosa Aidé Domínguez Ochoa, que retomó sus facultades de sólo imponer comisiones fuera del aula, a quienes cobran como maestros, bajo su consideración y determinación.
Muchos años antes, la CNTE —y el SNTE— consideraron que ellos podían dictar comisiones a los maestros a otras funciones fuera del compromiso pedagógico de estar frente al grupo construyendo conocimiento en sus alumnos.
Ahora que se les ha acabado ese veinte, la primera cabeza que quiere ver rodar y sobre la que han enfocado sus baterías, es la de la titular de Educación, a quien no pudieron sentar en el marco de sus condiciones y obligarla a cumplirles un pliego petitorio desubicado de toda realidad.
Ahora los maestros amenazan con bloquear hasta las presidencias municipales si les quitan este “privilegio”, sólo se espera que la autoridad no claudique en el gran primer paso que ya dio al lanzar la convocatoria.
BASE DE DATOS…-
Que alguien le diga al director del SMAPA, René León Farrera que ya aburrió con su discurso quejita de que todo es un caos en el organismo operador del agua, porque las primeras acciones de su gestión son gracias al jefe Administrativo, Arquímedes Cameras Nango, y no a sus constantes desatinos de que nada se puede hacer porque todo está por los suelos.
Con los primeros pagos a pensionados, jubilados y personal de base que recibió su dinero cinco años después, queda claro que se trata de ponerse a trabajar, no de andar con el paño de lágrimas por todos los sitios donde se registran fugas en la ciudad y que no se dedica a componer.***
La lección de Tapachula debe tomarse al pie de la letra: el presidente López Obrador debe admitir que las crisis tumultuarias en las que se ve envuelto cada que llega a un evento, deben parar, no sólo por seguridad e imagen, sino para demostrar que el líder de la 4T es capaz de reconocer que detalles como la logística misma de su presencia, deben cambiar, por el bien del Estado mexicano.
Ahora tiene una lectura clara del termómetro social combinado de la frontera sur: migrantes, pobreza e inacción institucional, más un enemigo decidido —la CNTE— que lo perseguirá en todo su gobierno por la región del país que, se supone, es la que mejor trataría en una reciprocidad tácita, el sureste, que comienza a ejercer presión sobre su popularidad y a golpear a quien llamó “su hermano”.***
La ley de plástico cero en Chiapas es una idea del gobernador Rutilio Escandón Cadenas y de nadie más, porque se ha escuchado en los últimos días, una rebatinga entre la titular de Semahn, María del Rosario Bonifaz Alfonzo y el legislador de Morena por San Cristóbal de Las Casas, Juan Salvador Camacho Velasco de que ambos tuvieron la misma idea y ambos son los autores intelectuales de una tendencia que prevalece en todo el país y a la que Chiapas está llegando tarde (pero por fin llegando).
Ambos personajes, decididos a no perder un ápice de este “logro” olvidan que el tema medio ambiente no ocupa el sitio preponderante en la 4T que ya quisieran, que quedó reducido a una expresión política de caricatura y vinculada a un partido que actualmente, es el leproso del sistema.
Pero lejos de todo ello, pierden de vista que armonizar el enredo legal en la materia, es una encomienda del Ejecutivo que toca a instrumentar a varios escalones abajo.
Pero de ahí a decir que fueron ellos los sesudos pensantes del tema, hasta se vuelve un tanto ridículo, viniendo de necesitados de focos y reflectores, de poetas y arquitectos metidos al conservacionismo y demás.***
Precisamente al grito de “Fuera Aidé, Fuera Aidé”, los maestros de la CNTE le dieron la bienvenida a Andrés Manuel López Obrador en el aeropuerto de Tapachula.
Ahora, han despertado otro modo que no le han conocido al secretario General de Gobierno, Ismael Brito Mazariegos que no dudará en sostener la presencia en su cargo de la titular de Educación.
No solamente para demostrarles que no tienen la fuerza política suficiente para modificar el gabinete legal a su modo, imponer figuras y mangonearlas a su antojo, sino por el escarnio al que quisieron someter a Domínguez Ochoa ante el primer mandatario del país y para dejar en claro que están peleando en el sótano, algo que tienen perdido desde el principio.***
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