/ jueves 24 de marzo de 2022

Paradigma | Crisis de biodiversidad

El Convenio sobre la Diversidad Biológica estableció claramente “La conservación de la diversidad biológica es un interés común de toda la humanidad”; su trabajo considera la diversidad biológica a todos los niveles: ecosistemas, especies y recursos genéticos, además de todos los posibles dominios que están directa o indirectamente relacionados con la diversidad biológica y su papel en el desarrollo. De paso sea dicho, la biodiversidad es de capital importancia para la evolución y para el mantenimiento de los sistemas necesarios para la vida de la biosfera, incluido, desde luego, la vida humana.

Es irrebatible la jerarquía del más alto nivel de la biodiversidad en la vida del planeta y de la humanidad, de ahí la apremiante necesidad de conocer, pero sobre todo de actuar, ante la “CRISIS DE BIODIVERSIDAD”, como parte de lo que la ONU reconoce como la “CRISIS AMBIENTAL PLANETARIA”. Pero ¿por qué se habla de una crisis de biodiversidad?, la Secretaría del Convenio sobre la Diversidad Biológica ratificó en 2020 (a través del documento “Perspectiva Mundial sobre la Diversidad Biológica”, disponible en línea: https://www.cbd.int/gbo/gbo5/publication/gbo-5-es.pdf) lo que ya se sabía “La diversidad biológica disminuye a un ritmo sin precedentes y las presiones que causan esta disminución se intensifican”. Hay que destacar, que los escenarios próximos, como los de largo plazo (2100) no son nada halagüeños. El documento mencionado presenta (ver figura) la tendencia registrada de la densidad de poblaciones silvestre y de extinciones hasta el 2010 (línea sólida gris, el valor cero implica el valor base al 2010), posteriormente se presentan tres escenarios posibles, a) “todo sigue igual”, línea inferior discontinua roja, implica que nada cambiará y se observa como los valores negativos seguirán creciendo; b) “medidas de conservación únicamente”, línea media discontinua azul, es un escenario que implica aplicar ambiciosas medidas de conservación, consecuentemente los números negativos decrecen y se observa la recuperación de densidad de vida silvestre y reducción de las extinciones mundiales; c) “medidas integradas”, línea superior discontinua verde, el escenario implica la integración de las ambiciosas medidas de conservación y otras medidas tanto del lado de la oferta como de la demanda de conversión de hábitats para la producción de alimentos, este es sin duda el mejor escenario.

¿Qué pasa en Tapachula?, resulta altamente preocupante la escasa información con rigurosidad científica que nos brinde un escenario real de la situación de la biodiversidad en Tapachula, ya que los documentos oficiales, en frecuentes ocasiones, tienden a subestimar el estado actual y real de la biodiversidad; por otro lado, resulta incuestionable que muchas especies (jaguar, tucán, pejelagarto, manatí entre otros) han desaparecido (que no necesariamente extintas) o su rango de distribución se ha limitado significativamente. Un breve ejemplo, recientemente recorrí parte del área natural protegida (ANP) “El Cabildo Amatal” en Puerto Madero, confirmando que una colonia sigue creciendo al interior de la reserva, no obstante que existen denuncias ante las instituciones correspondientes desde años atrás, por lo que no es falso afirmar que a pesar de contar en Chiapas con cinco oficinas de cuidado ambiental (SEMARNAT, PROFEPA, SEMANH, Fiscalía Ambiental y Procuraduría Ambiental), nada o muy poco se hace por proteger nuestras ANP y por ende la biodiversidad, imaginen como estará la situación fuera de estas ANPs.

El Convenio sobre la Diversidad Biológica estableció claramente “La conservación de la diversidad biológica es un interés común de toda la humanidad”; su trabajo considera la diversidad biológica a todos los niveles: ecosistemas, especies y recursos genéticos, además de todos los posibles dominios que están directa o indirectamente relacionados con la diversidad biológica y su papel en el desarrollo. De paso sea dicho, la biodiversidad es de capital importancia para la evolución y para el mantenimiento de los sistemas necesarios para la vida de la biosfera, incluido, desde luego, la vida humana.

Es irrebatible la jerarquía del más alto nivel de la biodiversidad en la vida del planeta y de la humanidad, de ahí la apremiante necesidad de conocer, pero sobre todo de actuar, ante la “CRISIS DE BIODIVERSIDAD”, como parte de lo que la ONU reconoce como la “CRISIS AMBIENTAL PLANETARIA”. Pero ¿por qué se habla de una crisis de biodiversidad?, la Secretaría del Convenio sobre la Diversidad Biológica ratificó en 2020 (a través del documento “Perspectiva Mundial sobre la Diversidad Biológica”, disponible en línea: https://www.cbd.int/gbo/gbo5/publication/gbo-5-es.pdf) lo que ya se sabía “La diversidad biológica disminuye a un ritmo sin precedentes y las presiones que causan esta disminución se intensifican”. Hay que destacar, que los escenarios próximos, como los de largo plazo (2100) no son nada halagüeños. El documento mencionado presenta (ver figura) la tendencia registrada de la densidad de poblaciones silvestre y de extinciones hasta el 2010 (línea sólida gris, el valor cero implica el valor base al 2010), posteriormente se presentan tres escenarios posibles, a) “todo sigue igual”, línea inferior discontinua roja, implica que nada cambiará y se observa como los valores negativos seguirán creciendo; b) “medidas de conservación únicamente”, línea media discontinua azul, es un escenario que implica aplicar ambiciosas medidas de conservación, consecuentemente los números negativos decrecen y se observa la recuperación de densidad de vida silvestre y reducción de las extinciones mundiales; c) “medidas integradas”, línea superior discontinua verde, el escenario implica la integración de las ambiciosas medidas de conservación y otras medidas tanto del lado de la oferta como de la demanda de conversión de hábitats para la producción de alimentos, este es sin duda el mejor escenario.

¿Qué pasa en Tapachula?, resulta altamente preocupante la escasa información con rigurosidad científica que nos brinde un escenario real de la situación de la biodiversidad en Tapachula, ya que los documentos oficiales, en frecuentes ocasiones, tienden a subestimar el estado actual y real de la biodiversidad; por otro lado, resulta incuestionable que muchas especies (jaguar, tucán, pejelagarto, manatí entre otros) han desaparecido (que no necesariamente extintas) o su rango de distribución se ha limitado significativamente. Un breve ejemplo, recientemente recorrí parte del área natural protegida (ANP) “El Cabildo Amatal” en Puerto Madero, confirmando que una colonia sigue creciendo al interior de la reserva, no obstante que existen denuncias ante las instituciones correspondientes desde años atrás, por lo que no es falso afirmar que a pesar de contar en Chiapas con cinco oficinas de cuidado ambiental (SEMARNAT, PROFEPA, SEMANH, Fiscalía Ambiental y Procuraduría Ambiental), nada o muy poco se hace por proteger nuestras ANP y por ende la biodiversidad, imaginen como estará la situación fuera de estas ANPs.