/ lunes 23 de septiembre de 2024

Salud en la Red / Generando confianza: visibilidad, trazabilidad y transparencia en la gestión de la ayuda internacional

La sociedad civil organizada es un sector con influencia y presencia en la vida pública de muchos países, y por sus funciones representa mucha ayuda a los gobiernos para alcanzar los objetivos del desarrollo sostenible; que se definen en su cumplimiento como la oportunidad de no dejar a nadie atrás, cerrando brechas de desigualdad y exclusión social.

Hubo un tiempo en el que alcanzar estos objetivos parecía tangible, pero después de la pandemia y las evidentes crisis sociales, medioambientales, de seguridad y políticas se están volviendo una utopía y con seguridad serán inalcanzables si les dejamos la tarea a los gobiernos nacionales; sin embargo, en un mundo donde sorteamos todos los días dificultades es necesario unir esfuerzos para alcanzar los objetivos. Actualmente empresas grandes y pequeñas, la sociedad civil, el mundo académico y los científicos, por nombrar solo algunos, representan una gran oportunidad, por eso, una de sus encomiendas en los objetivos es generar alianzas para el cumplimiento de estos mismos.

Ante lo anterior, es urgente que la comunidad reconozca los enormes avances que se han logrado gracias al trabajo de grupos sociales organizados, donde sus causas son de interés público, por lo tanto las organizaciones civiles se vuelven también de interés público, por ese motivo, es urgente se creen entornos favorables a su trabajo, y no se limiten su alcance y acciones, dando un giro a las políticas de fomento, inclusión y promoción de las organizaciones como agentes fundamentales del cambio social.

No obstante, el incremento de asociaciones civiles con propósitos diferentes a la ayuda humanitaria o la investigación ha generado tal desconfianza en los gobiernos como en la misma sociedad civil, que hasta a criminalizado a todas, por los pecados de unas cuantas, en total desconocimiento de causa, sin entender el verdadero alcance e impacto del sector social en México. Las organizaciones no lucrativas necesitan ser transparentes para generar esa confianza, legitimarse ante la sociedad y crear las condiciones que favorezcan su sostenibilidad. Ante ello, es importante generar transparencia en sus procesos y operaciones, desarrollando mecanismos de control externos, como las certificaciones de calidad, transparencia o buen gobierno expedidas por organizaciones privadas de prestigio; empero, también recurrir a mecanismos de control internos, como el control digital y la divulgación, en sus páginas web, de información relevante para las partes interesadas –donantes, gobiernos y sociedad–, para mejorar su rendición de cuentas, difundiendo, en tiempo real, una información acorde a la requerida.

La transparencia y la trazabilidad debe de ser uno de los valores transversales y obligatorios para cualquier tipo de organización, puesto que son los pilares fundamentales que aseguran que no se produzca ninguna actividad relacionada con la corrupción; si consultamos el diccionario de la RAE, leemos que transparencia es: “algo claro, evidente, que se comprende sin duda, ni ambigüedad”; por lo tanto, se basa en ser claros, en dar signos de evidencia, en hacernos comprender, sin generar ningún tipo de duda ni ambigüedad; es dar información clara, comprensible, sin adornos innecesarios que puedan generar dudas; es hablar claro con nuestros interlocutores, expresar la verdad, siendo objetivos; es que la información que se ofrece a la sociedad sea veraz, auténtica; es no realizar ninguna maniobra oscura que pueda comprometer a la organización; es respetar las reglas y las competencias legales y ser leal; es no sucumbir a prácticas corruptas, tales como intercambio de información confidencial, de favores, o entrega de regalos a cambio de una compra; es respetar el no generar competencia y trabajar en alianzas; es no ofrecer más de lo que se puede dar y dar a quien más lo necesita. En el caso de trazabilidad, esta es la posibilidad de identificar el origen y las diferentes etapas de un proceso de producción y distribución de bienes de consumo.

Es evidente que en el trabajo de las organizaciones civiles no hay nada nuevo, la mayor parte de estas trabajan atendiendo las mismas problemáticas sociales –pobreza, desigualdad, hambre, investigación, salud, etc., en atención a grupos vulnerables o en exclusión social– sin embargo la innovación en la atención y la incorporación de procesos tecnológicos para lograr la transparencia y la eficiencia han marcado la diferencia en la profesionalización de las mismas; con esto quiero decir que no se descubre el hilo negro en la ayuda humanitaria, sin embargo si se puede generar una mayor confianza al poder gestionar mayores recursos para aliviar las grandes problemáticas sociales que viven millones de personas en el mundo, generando y creando modelos de sostenibilidad que les permitan financiar sus acciones de generosidad, solidaridad y altruismo. Está más que demostrado que el frágil equilibrio de nuestra sociedad y la atención a muchos grupos vulnerables depende en gran parte de este tipo de organizaciones, y que hoy muchas de ellas penden de un hilo, lo cual resulta lamentable, pero también peligroso, ya que tendría consecuencias muy adversas sobre la población que hoy está carente de muchas cosas y se sumerge en una pobreza multidimensional y multifactorial que genera una mayor demanda y dependencia social y que estas entidades están atendiendo.

La confianza es un activo fundamental para las ONG (Organismos No Gubernamentales) y/o OSC (Organismos de la Sociedad Civil), una crisis de reputación afecta más a una asociación y es mucho más devastadora, que una crisis que pueda afectar a una empresa; esto se debe a que el capital principal de la ONG y de la OSC es su misión, el elemento fundamental de diferenciación y de justificación de su existencia, mientras que para otro tipo de entidades lo que prima es el producto; las organizaciones deben trabajar unidas para evitar sumirse en esta crisis y tiendan a desaparecer; es por ello, que asegurar la transparencia en ambas entidades es un valor primordial a la hora de gestionar su misión; es fundamental abrirse a la sociedad y compartir información, esto será la mejor manera de vencer la desconfianza que se genera en parte de los ciudadanos, que muchas veces se origina por desconocimiento o por miedo al engaño, por parte de los gobiernos, de las intenciones de la entidad, así como a los voluntarios, que muchas veces se desaniman a dar el paso y empezar a colaborar, en consecuencia, las organizaciones deben esforzarse mucho para que esta percepción cambie.

Tenemos que tener presente que en el apasionante mundo del altruismo y la filantropía, la transparencia juega un papel fundamental para construir relaciones sólidas y duraderas con nuestros donantes y aliados, siendo ésta la piedra angular en el camino hacia el éxito de nuestras organizaciones sin fines de lucro y no solo en la constitución de una nueva entidad.


En RedSalud Internacional tenemos muy integrado el valor de la transparencia y aplicamos este valor a todas nuestras actividades, para que sean confiables de manera fiscal, contable, de recursos humanos y de resultados; la transparencia tiene un lugar especial en nuestro código de conducta ética, y es que lejos de ser un valor individual, debe ser un valor compartido, siendo una regla básica, un requisito imprescindible; es por esto que contamos con una plataforma que marca la trazabilidad desde que llega el recurso donado, hasta que llega a manos de los sujetos beneficiados, logrando posicionarnos como una organización tanto de primer nivel –contacto directo a la población objeto de ayuda–, así como también una organización de segundo nivel –que agrupan a otras entidades–, pero con un plus adicional, ayudar a estas organizaciones a cumplir sus procesos de trazabilidad en sus acciones, para lograr la trasparencia requerida, dándoles acceso a nuestra plataforma del Observatorio de la Pobreza Farmacéutica, la Equidad Sanitaria y la Exclusión Social, volviéndose la oportunidad para éstas de accesar a recursos y desarrollar programas más eficientes. Nuestra visión es construir una sociedad civil organizada para la prestación de servicios y beneficios a la población vulnerable o en exclusión social, hemos reinventado la implementación de proyectos de desarrollo social –de segundo nivel– dando un salto hacia el futuro de la gestión, conectando y poniendo al alcance de todas las entidades públicas o privadas una plataforma tecnológica internacional en un esquema colaborativo y de alianzas estratégicas; esta tarea RedSalud Internacional la realiza a través de su programa “SUMANDO ESFUERZOS” para que la colaboratividad y las acciones estén en el marco normativo nacional e internacional; es por ello, que buscamos que cada organización o institución que colabora con nosotros sea fortalecida para incrementar su impacto y prestigio en el desarrollo de proyectos. Ante lo anterior, hemos diseñado un proceso que permite conocer y evaluar los alcances de las OSC, instituciones públicas o privadas o empresas para poder mejorar en su orientación, acción, estructura y gestión; este diagnóstico cuenta con 13 secciones y con 300 indicadores y parámetros para evaluar y profesionalizar, en un trabajo de campo y analítico que servirá para desarrollar proyectos de alto impacto a nivel local, nacional e internacional, estableciendo una estrategia y el nivel de desarrollo que las mismas requieren para gestionar recursos y sostenibilidad a sus proyectos, apegados a la agenda 2030, integrando los criterios ESG –Environmental (medio ambiente), Social (sociedad) Governance (gobierno corporativo)–, a la RSC (Responsabilidad Social Compartida), unificando y alineando criterios con las metodologías del BID.


Por tal motivo, también, aplicamos y difundimos nuestra política de transparencia a nuestros grupos de interés –colaboradores, aliados, proveedores y demás– y solo nos interesan las alianzas con quienes nos puedan garantizar su transparencia en los acciones; y es por esto, que instamos a todas las organizaciones y personas que forman parte de ella; para que ser claros, evidentes, hacernos comprender sin generar dudas ni ambigüedades, sea una obligación y un valor inherente a toda organización.

La transparencia es fundamental para abrirse a la sociedad y compartir información sobre su origen, gobierno corporativo, sistemas de seguimiento de proyectos, fuentes de financiación, mecanismos de control de fondos, etc. Todo ello nos exige ser mejores profesionales, ya que los fondos que manejamos son tanto fondos propios, como fondos que hemos recibido de subvenciones o donaciones; por lo tanto, de cara a ser justos y aplicar esas donaciones y subvenciones según lo pactado con los donantes y financiadores, debemos ser transparentes, ya que gestionamos dinero que no es nuestro, ante esto marcamos dentro de nuestra misma plataforma la trazabilidad –tiene que ver con la generación de datos desde el origen, el estado, la ubicación, el almacenamiento y la dispensación de los productos, que propicia la transparencia–, que nos permite garantizar que el flujo de los subsidios, las subvenciones y las donaciones es el correcto.

En conclusión, reconocer el rol que juega la sociedad civil en nuestro país nos ayudará a defenderla y fomentar sus acciones, las que a todos nos favorecen. Si queremos seguir luchando para corregir los problemas estructurales de México, es urgente que nos demos cuenta que no será posible sin la participación activa de un sector social fortalecido, de ciudadanos organizados e instituciones sociales que puedan contribuir de manera significativa a estas transformaciones.

Te invitamos a que conozcas nuestra pagina de transparencia en www.rsalud.com.mx.

La sociedad civil organizada es un sector con influencia y presencia en la vida pública de muchos países, y por sus funciones representa mucha ayuda a los gobiernos para alcanzar los objetivos del desarrollo sostenible; que se definen en su cumplimiento como la oportunidad de no dejar a nadie atrás, cerrando brechas de desigualdad y exclusión social.

Hubo un tiempo en el que alcanzar estos objetivos parecía tangible, pero después de la pandemia y las evidentes crisis sociales, medioambientales, de seguridad y políticas se están volviendo una utopía y con seguridad serán inalcanzables si les dejamos la tarea a los gobiernos nacionales; sin embargo, en un mundo donde sorteamos todos los días dificultades es necesario unir esfuerzos para alcanzar los objetivos. Actualmente empresas grandes y pequeñas, la sociedad civil, el mundo académico y los científicos, por nombrar solo algunos, representan una gran oportunidad, por eso, una de sus encomiendas en los objetivos es generar alianzas para el cumplimiento de estos mismos.

Ante lo anterior, es urgente que la comunidad reconozca los enormes avances que se han logrado gracias al trabajo de grupos sociales organizados, donde sus causas son de interés público, por lo tanto las organizaciones civiles se vuelven también de interés público, por ese motivo, es urgente se creen entornos favorables a su trabajo, y no se limiten su alcance y acciones, dando un giro a las políticas de fomento, inclusión y promoción de las organizaciones como agentes fundamentales del cambio social.

No obstante, el incremento de asociaciones civiles con propósitos diferentes a la ayuda humanitaria o la investigación ha generado tal desconfianza en los gobiernos como en la misma sociedad civil, que hasta a criminalizado a todas, por los pecados de unas cuantas, en total desconocimiento de causa, sin entender el verdadero alcance e impacto del sector social en México. Las organizaciones no lucrativas necesitan ser transparentes para generar esa confianza, legitimarse ante la sociedad y crear las condiciones que favorezcan su sostenibilidad. Ante ello, es importante generar transparencia en sus procesos y operaciones, desarrollando mecanismos de control externos, como las certificaciones de calidad, transparencia o buen gobierno expedidas por organizaciones privadas de prestigio; empero, también recurrir a mecanismos de control internos, como el control digital y la divulgación, en sus páginas web, de información relevante para las partes interesadas –donantes, gobiernos y sociedad–, para mejorar su rendición de cuentas, difundiendo, en tiempo real, una información acorde a la requerida.

La transparencia y la trazabilidad debe de ser uno de los valores transversales y obligatorios para cualquier tipo de organización, puesto que son los pilares fundamentales que aseguran que no se produzca ninguna actividad relacionada con la corrupción; si consultamos el diccionario de la RAE, leemos que transparencia es: “algo claro, evidente, que se comprende sin duda, ni ambigüedad”; por lo tanto, se basa en ser claros, en dar signos de evidencia, en hacernos comprender, sin generar ningún tipo de duda ni ambigüedad; es dar información clara, comprensible, sin adornos innecesarios que puedan generar dudas; es hablar claro con nuestros interlocutores, expresar la verdad, siendo objetivos; es que la información que se ofrece a la sociedad sea veraz, auténtica; es no realizar ninguna maniobra oscura que pueda comprometer a la organización; es respetar las reglas y las competencias legales y ser leal; es no sucumbir a prácticas corruptas, tales como intercambio de información confidencial, de favores, o entrega de regalos a cambio de una compra; es respetar el no generar competencia y trabajar en alianzas; es no ofrecer más de lo que se puede dar y dar a quien más lo necesita. En el caso de trazabilidad, esta es la posibilidad de identificar el origen y las diferentes etapas de un proceso de producción y distribución de bienes de consumo.

Es evidente que en el trabajo de las organizaciones civiles no hay nada nuevo, la mayor parte de estas trabajan atendiendo las mismas problemáticas sociales –pobreza, desigualdad, hambre, investigación, salud, etc., en atención a grupos vulnerables o en exclusión social– sin embargo la innovación en la atención y la incorporación de procesos tecnológicos para lograr la transparencia y la eficiencia han marcado la diferencia en la profesionalización de las mismas; con esto quiero decir que no se descubre el hilo negro en la ayuda humanitaria, sin embargo si se puede generar una mayor confianza al poder gestionar mayores recursos para aliviar las grandes problemáticas sociales que viven millones de personas en el mundo, generando y creando modelos de sostenibilidad que les permitan financiar sus acciones de generosidad, solidaridad y altruismo. Está más que demostrado que el frágil equilibrio de nuestra sociedad y la atención a muchos grupos vulnerables depende en gran parte de este tipo de organizaciones, y que hoy muchas de ellas penden de un hilo, lo cual resulta lamentable, pero también peligroso, ya que tendría consecuencias muy adversas sobre la población que hoy está carente de muchas cosas y se sumerge en una pobreza multidimensional y multifactorial que genera una mayor demanda y dependencia social y que estas entidades están atendiendo.

La confianza es un activo fundamental para las ONG (Organismos No Gubernamentales) y/o OSC (Organismos de la Sociedad Civil), una crisis de reputación afecta más a una asociación y es mucho más devastadora, que una crisis que pueda afectar a una empresa; esto se debe a que el capital principal de la ONG y de la OSC es su misión, el elemento fundamental de diferenciación y de justificación de su existencia, mientras que para otro tipo de entidades lo que prima es el producto; las organizaciones deben trabajar unidas para evitar sumirse en esta crisis y tiendan a desaparecer; es por ello, que asegurar la transparencia en ambas entidades es un valor primordial a la hora de gestionar su misión; es fundamental abrirse a la sociedad y compartir información, esto será la mejor manera de vencer la desconfianza que se genera en parte de los ciudadanos, que muchas veces se origina por desconocimiento o por miedo al engaño, por parte de los gobiernos, de las intenciones de la entidad, así como a los voluntarios, que muchas veces se desaniman a dar el paso y empezar a colaborar, en consecuencia, las organizaciones deben esforzarse mucho para que esta percepción cambie.

Tenemos que tener presente que en el apasionante mundo del altruismo y la filantropía, la transparencia juega un papel fundamental para construir relaciones sólidas y duraderas con nuestros donantes y aliados, siendo ésta la piedra angular en el camino hacia el éxito de nuestras organizaciones sin fines de lucro y no solo en la constitución de una nueva entidad.


En RedSalud Internacional tenemos muy integrado el valor de la transparencia y aplicamos este valor a todas nuestras actividades, para que sean confiables de manera fiscal, contable, de recursos humanos y de resultados; la transparencia tiene un lugar especial en nuestro código de conducta ética, y es que lejos de ser un valor individual, debe ser un valor compartido, siendo una regla básica, un requisito imprescindible; es por esto que contamos con una plataforma que marca la trazabilidad desde que llega el recurso donado, hasta que llega a manos de los sujetos beneficiados, logrando posicionarnos como una organización tanto de primer nivel –contacto directo a la población objeto de ayuda–, así como también una organización de segundo nivel –que agrupan a otras entidades–, pero con un plus adicional, ayudar a estas organizaciones a cumplir sus procesos de trazabilidad en sus acciones, para lograr la trasparencia requerida, dándoles acceso a nuestra plataforma del Observatorio de la Pobreza Farmacéutica, la Equidad Sanitaria y la Exclusión Social, volviéndose la oportunidad para éstas de accesar a recursos y desarrollar programas más eficientes. Nuestra visión es construir una sociedad civil organizada para la prestación de servicios y beneficios a la población vulnerable o en exclusión social, hemos reinventado la implementación de proyectos de desarrollo social –de segundo nivel– dando un salto hacia el futuro de la gestión, conectando y poniendo al alcance de todas las entidades públicas o privadas una plataforma tecnológica internacional en un esquema colaborativo y de alianzas estratégicas; esta tarea RedSalud Internacional la realiza a través de su programa “SUMANDO ESFUERZOS” para que la colaboratividad y las acciones estén en el marco normativo nacional e internacional; es por ello, que buscamos que cada organización o institución que colabora con nosotros sea fortalecida para incrementar su impacto y prestigio en el desarrollo de proyectos. Ante lo anterior, hemos diseñado un proceso que permite conocer y evaluar los alcances de las OSC, instituciones públicas o privadas o empresas para poder mejorar en su orientación, acción, estructura y gestión; este diagnóstico cuenta con 13 secciones y con 300 indicadores y parámetros para evaluar y profesionalizar, en un trabajo de campo y analítico que servirá para desarrollar proyectos de alto impacto a nivel local, nacional e internacional, estableciendo una estrategia y el nivel de desarrollo que las mismas requieren para gestionar recursos y sostenibilidad a sus proyectos, apegados a la agenda 2030, integrando los criterios ESG –Environmental (medio ambiente), Social (sociedad) Governance (gobierno corporativo)–, a la RSC (Responsabilidad Social Compartida), unificando y alineando criterios con las metodologías del BID.


Por tal motivo, también, aplicamos y difundimos nuestra política de transparencia a nuestros grupos de interés –colaboradores, aliados, proveedores y demás– y solo nos interesan las alianzas con quienes nos puedan garantizar su transparencia en los acciones; y es por esto, que instamos a todas las organizaciones y personas que forman parte de ella; para que ser claros, evidentes, hacernos comprender sin generar dudas ni ambigüedades, sea una obligación y un valor inherente a toda organización.

La transparencia es fundamental para abrirse a la sociedad y compartir información sobre su origen, gobierno corporativo, sistemas de seguimiento de proyectos, fuentes de financiación, mecanismos de control de fondos, etc. Todo ello nos exige ser mejores profesionales, ya que los fondos que manejamos son tanto fondos propios, como fondos que hemos recibido de subvenciones o donaciones; por lo tanto, de cara a ser justos y aplicar esas donaciones y subvenciones según lo pactado con los donantes y financiadores, debemos ser transparentes, ya que gestionamos dinero que no es nuestro, ante esto marcamos dentro de nuestra misma plataforma la trazabilidad –tiene que ver con la generación de datos desde el origen, el estado, la ubicación, el almacenamiento y la dispensación de los productos, que propicia la transparencia–, que nos permite garantizar que el flujo de los subsidios, las subvenciones y las donaciones es el correcto.

En conclusión, reconocer el rol que juega la sociedad civil en nuestro país nos ayudará a defenderla y fomentar sus acciones, las que a todos nos favorecen. Si queremos seguir luchando para corregir los problemas estructurales de México, es urgente que nos demos cuenta que no será posible sin la participación activa de un sector social fortalecido, de ciudadanos organizados e instituciones sociales que puedan contribuir de manera significativa a estas transformaciones.

Te invitamos a que conozcas nuestra pagina de transparencia en www.rsalud.com.mx.

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