Este domingo hubo elecciones en seis estados del país y, a pesar de que muchos quieren buscarle cinco patas al gato, sucedió lo que se sabía iba a suceder: ganó Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
Hasta la mañana de este lunes y a pesar de que los resultados no son definitivos, la aplanadora morenista, y de acuerdo con información de nuestro amigo Rodolfo Mata Rey y su Informalítica, había quedado más o menos de la siguiente manera:
En Puebla, Morena ganó la gubernatura con Miguel Barbosa, quien tenía la mesa servida desde el momento en que el helicóptero de la gobernadora, Martha Erika Alonso se vino abajo, en pleno 24 de diciembre. El Partido Revolucionario Institucional (PRI) ganó cuatro municipios y Morena todavía se echó otro alcalde a la bolsa.
En Baja California, el bastión panista más viejo del país, la Gubernatura también fue para Morena, quien también arrasó con diputados locales y alcaldes.
Quizá este fue el golpe más significativo que la 4T le propinó al Partido Acción Nacional (PAN), cuya dirigencia ha tratado de ponerle el calificativo de “oposición”; sin embargo, no lo ha conseguido. Pesan más los “tuits” que sueltan de vez en cuando Calderón y Fox, que la cúpula blanquiazul.
Nos referimos al golpe de la 4T al PAN en Baja California, porque este triunfo y el de Puebla, serían completamente inimaginables sin la figura del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, cuya popularidad, a pesar de que ha disminuido unos diez puntos, sigue siendo envidiable para cualquier político.
Donde el PAN pareció reponerse y mandar un mensaje de fortaleza fue en Aguascalientes, pues ganó cinco municipalidades; en Durango, siguiendo con la fórmula del “agua y el aceite”, ganó 17 municipios en coalición con el Partido de la Revolución Democrática (PRD), aunque el PRI también consiguió 14 alcaldías; en Tamaulipas, 21 distritos electorales locales fueron para el PAN y uno para Morena; en Quintana Roo, 11 para Morena y el blanquiazul aún alcanzó tres distritos.
En fin, que no hubo sorpresas, y a pesar de que la dirigencia panista de Marko Cortés Mendoza, quiso vender la idea de que el PAN se sobrepuso y ganó terreno, lo cierto es que, hasta la fecha, con todo y sus decisiones polémicas, AMLO, su Morena y la 4T, siguen timoneando el barco. ¡Ternuritas!
PRI, SIN PALABRAS
Tan mal anda la cosa en el PRI que, después de los comicios de este domingo, la dirigencia nacional emitió un comunicado solo para decir que: “se acata el veredicto ciudadano emitido en las urnas en seis estados…”.
“Fuimos el único partido que no fue en coalición; en Puebla y Baja California, mantendremos o superaremos el nivel de votación obtenido en julio de 2018, mientras que en el resto de los estados tendremos representación en los Congresos y seremos gobierno en municipios relevantes”, dijo la dirigente del PRI, Claudia Ruiz Massieu. ¡Ternuritas!
ERA, EN LA JUGADA
Mientras algunos de sus excompañeros de partido en el Verde, andan recogiendo las sobras y haciéndola de “satélite” de Morena, el senador por Chiapas, Eduardo Ramírez Aguilar, no pierde el tiempo. Sabe leer los momentos políticos.
Apenas hace unos días, propuso que la Comisión Federal de la Electricidad (CFE) condone a los municipios chiapanecos y a los usuarios domésticos la deuda acumulada por falta de pagos, para que suceda algo como lo anunciado semanas atrás para beneficio de Tabasco.
El político comiteco, bien posicionado en el juego de Morena, sabe que es una jugada arriesgada, pero también entiende que es ahora o nunca. Además, ya que dicen que el titular de la CFE, Manuel Bartlett, se mudará a Tuxtla Gutiérrez, mucho mejor; es más fácil que le echemos montón.
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A pesar de que la dirigencia panista de Marko Cortés Mendoza, quiso vender la idea de que el PAN se sobrepuso y ganó terreno, lo cierto es que, hasta la fecha, con todo y sus decisiones polémicas, AMLO, su Morena y la 4T, siguen timoneando el barco
