/ jueves 18 de marzo de 2021

Tu guía para el bien vivir | Felicidad en el horizonte


El horizonte es una línea visible hacia adelante que, sin embargo, nos elude, no se alcanza, siempre está allá, al frente, siempre avanzando a medida que lo hacemos nosotros.

Algo similar ocurre con el concepto de felicidad de muchas personas que continuamente están condicionando ese momento de alegría que les inunde y dicen que lo anhelan… pero no ahora, al menos, no según lo que dicen cuando una presta atención a sus comentarios.

“Cuando mi hijo, mi hija, terminen la carrera seré feliz”, “Cuando tenga ese ascenso en el trabajo, entonces sí, voy a ser feliz”, “ Cuando mi papá o mi mamá, me den… voy a ser feliz”, “Seré completamente feliz cuando mi novio/ pareja/ esposo, esposa sea…” “Cuando me case, entonces sí, seré feliz” “Cuando termine la carrera, ese día estaré muy feliz”.

No importa si ese cuando es en una semana, un mes, un año o una década, están las personas dispuestas a esperar por la felicidad, justo como si esperaran a ser felices cuando alcancen a tocar el horizonte o, encontrar el final de un arcoiris, lo que ocurra primero.

La felicidad es un derecho, algo que puedes tomar aquí y ahora es una elección. Pero además comprendamos que la felicidad es la tranquilidad de espíritu que ayuda a la resiliencia y no ese fugaz momento que en realidad son instantes de plena alegría.

Las personas felices no son las que van sonriendo a tontas y locas, o personas que no sufren. Son, en realidad personas que están tranquilas en su interior, que saben que la vida tiene consigo no sólo momentos agradables sino desagradables también y que en esta dimensión dual todo tiene un contrapeso.

No guardes tu alegría para un momento “especial” que al final de cuentas todos los condicionamientos para serlo son momentos sociales o dependen de alguien más. Déjala fluir, sonríe, asómate a ver la tarde y lo hermoso del sol que se va a descansar, piensa en esa florecita en la plena esquinita de la banqueta y la pared, floreciendo sin más, ¿No es hermosa? Sonríe, su presencia ahí es un regalo.

Ten cuidado, ese esperar pensando que la felicidad la encontrarás en el próximo empleo, la próxima pareja, el siguiente hijo, te dejará también esperando por la felicidad pues ella estará condicionada a otra persona, otro lugar, nunca al ahora donde tú estás.

Vivir es un regalo, despertaste, ¿No vale eso la pena para sentirte feliz hoy, ahora?

Fb. Yo Soy Conciencia

Escríbeme: ideleon@diariodelsur.com.mx


El horizonte es una línea visible hacia adelante que, sin embargo, nos elude, no se alcanza, siempre está allá, al frente, siempre avanzando a medida que lo hacemos nosotros.

Algo similar ocurre con el concepto de felicidad de muchas personas que continuamente están condicionando ese momento de alegría que les inunde y dicen que lo anhelan… pero no ahora, al menos, no según lo que dicen cuando una presta atención a sus comentarios.

“Cuando mi hijo, mi hija, terminen la carrera seré feliz”, “Cuando tenga ese ascenso en el trabajo, entonces sí, voy a ser feliz”, “ Cuando mi papá o mi mamá, me den… voy a ser feliz”, “Seré completamente feliz cuando mi novio/ pareja/ esposo, esposa sea…” “Cuando me case, entonces sí, seré feliz” “Cuando termine la carrera, ese día estaré muy feliz”.

No importa si ese cuando es en una semana, un mes, un año o una década, están las personas dispuestas a esperar por la felicidad, justo como si esperaran a ser felices cuando alcancen a tocar el horizonte o, encontrar el final de un arcoiris, lo que ocurra primero.

La felicidad es un derecho, algo que puedes tomar aquí y ahora es una elección. Pero además comprendamos que la felicidad es la tranquilidad de espíritu que ayuda a la resiliencia y no ese fugaz momento que en realidad son instantes de plena alegría.

Las personas felices no son las que van sonriendo a tontas y locas, o personas que no sufren. Son, en realidad personas que están tranquilas en su interior, que saben que la vida tiene consigo no sólo momentos agradables sino desagradables también y que en esta dimensión dual todo tiene un contrapeso.

No guardes tu alegría para un momento “especial” que al final de cuentas todos los condicionamientos para serlo son momentos sociales o dependen de alguien más. Déjala fluir, sonríe, asómate a ver la tarde y lo hermoso del sol que se va a descansar, piensa en esa florecita en la plena esquinita de la banqueta y la pared, floreciendo sin más, ¿No es hermosa? Sonríe, su presencia ahí es un regalo.

Ten cuidado, ese esperar pensando que la felicidad la encontrarás en el próximo empleo, la próxima pareja, el siguiente hijo, te dejará también esperando por la felicidad pues ella estará condicionada a otra persona, otro lugar, nunca al ahora donde tú estás.

Vivir es un regalo, despertaste, ¿No vale eso la pena para sentirte feliz hoy, ahora?

Fb. Yo Soy Conciencia

Escríbeme: ideleon@diariodelsur.com.mx