La mañana del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, en el marco del Día del Maestro, comenzó con una sonrisa de oreja a oreja.
Uno de los más sonrientes en la conferencia mañanera, incluso más que los maestros galardonados, era Esteban Moctezuma Barragán, titular de la Secretaría de Educación Pública, quien conoce bien eso de estar en la burbuja del poder y gozar de las mieles que ello conlleva.
Estoy donde estoy gracias a un maestro que me “abrió mi mente” a las Ciencias Sociales, parafraseó el Presidente de México ante un grupo de profesores que recibieron sendas medallas por 30 y 40 años de servicio. También se entregó una nueva presea que fue denominada Othón Salazar Ramírez.
La fiesta siguió con la cancelación de un timbre postal con motivo del Día del Maestro, y el discurso del fundador de Movimiento Regeneración Nacional, quien a diferencia de otras ocasiones fue breve, lo mismo que el “toma y daca” con la prensa nacional.
“… siempre vamos a respetar a los maestros. Nunca se va echar a andar una campaña de desprestigio”, reiteró el tabasqueño, precisamente en respuesta a las marchas previstas y la postura de grupos magisteriales como Maestros por México, quien ha expresado que la aprobación de la nueva Reforma Educativa es apenas el principio.
Falta ver el detalle de las “leyes secundarias” donde se especifica el contenido de esta legislación que está llamada a ser la “cereza en el pastel” de las reformas obradoristas.
AMLO previó que este mismo miércoles sería promulgada la nueva reforma en materia educativa y adelantó que en los próximos días invitará a Palacio Nacional a los líderes de la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación y a lo que queda de la desgastada y traicionera dirigencia del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación (SNTE), próximo a la renovación.
“La mal llamada Reforma Educativa fue impuesta desde el extranjero… con la nueva reforma se elimina ese sesgo privatizador…”, sentenció Obrador, secundado por Moctezuma Barragán, quien aseguró que el gran giro de la nueva legislación educativa es la revalorización del maestro y la extinción de la evaluación punitiva.
Dijo que se dará paso a “la nueva escuela mexicana” y en ella los maestros, junto a padres de familia y alumnos, tienen un lugar en primera fila.
EL CALOR Y LA HUMAZÓN
Con el calor de mediodía y la humareda en la que está sumida la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, miles de maestros “celebraron” su día con una marcha que partió del Oriente y tuvo como final el parque central, donde se quedarán un mínimo de 72 horas. Lo mismo ocurrió en la Ciudad de México, donde también hay humo y una contingencia ambiental que obligó a suspender las clases.
La idea que han llevado los líderes a las bases, aunque quizá no todos estén convencidos, es que la nueva Reforma Educativa de AMLO se parece mucho a la de Enrique Peña Nieto. Tiene un tufo, un aire. Es como si fuera la misma gata, pero revolcada.
Por estrategia o porque realmente sienten que el nuevo sexenio no les dio lo que esperaban, los dirigentes magisteriales, particularmente los de la Coordinadora parecen estar dispuestos a “jugar fuercitas” con el Presidente de México.
También puede ser que no se pueden salir de un guion que llevan años interpretando y les ha funcionado.
También puede ser que ven cerca la renovación sindical, donde les guste o no, el regreso de Elba Esther Gordillo Morales al escenario magisterial les quitará mucha fuerza.
La Coordinadora, del SNTE y Alfonso Cepeda ni se preocupan. De “La Maestra” y Maestros por México, saben que no serán un huesito fácil de roer.
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“La mal llamada Reforma Educativa fue impuesta desde el extranjero… con la nueva reforma se elimina ese sesgo privatizador…”, sentenció Obrador
