GUADALAJARA. Gracias a su nueva cinta, Jorge Michel Grau logró sanar una de las heridas más grandes que tenía con su padre.
Aunque su relación es cordial, existían algunos dolores que no había podido sanar; sin embargo su filme Rabia fungió como un ungüento para mejorar aquellos aspectos en los que aún le hacían humedecer sus ojos.
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“Fue ver mi relación con mi padre, exorcizar ese demonio y creo que se logró, por eso me siento descansado, cerré una puerta, dejé todo en orden y ahora sí lo que sigue”, afirmó Grau en entrevista con El Sol de México.
“Era una historia que, cuando comencé, tenía una cicatriz que quería sanar. Sí hay una catarsis, sí hay un nuevo Jorge después de esa peli y lo mejor es que mi padre, al final, hizo un extra en el proyecto”, agregó.
La cinta aborda la historia de un padre de nombre Alberto y su hijo Alan que se unen luego de la muerte de la madre. Aunque pareciera que es una película tranquila, desde el inicio comienza el suspenso, así como la fantasía sobre todo porque el pequeño enfrenta una enfermedad mental y, derivado de unos mensajes ocultos de su tío, Alan comienza a creer que su padre es un hombre lobo.
Rabia es protagonizada por Juan Manuel Bernal y Maximiliano Nájar, con Mayra Batalla, Francisco Barreiro, Gilberto Barraza, y Octavio Michel Grau, entre otros, completando el elenco.
“Una de los trabajos de mesa con Juan Manuel era identificar sus patrones de conducta, la herencia emocional y la educación, ya que eso ha hecho que nosotros tengamos esa masculinidad tóxica y, de manera inconsciente se pasa a la siguiente generación.
“Este proyecto es un retrato descarnado, viene del miedo, de la inseguridad, de la exigencia social, de no demostrar lo que sientes, de no verte débil, vulnerable, porque eso te puede hacer menos hombre”, contó el director.
Ésta es la segunda parte de una trilogía que Grau prepara con el tema central de la familia.
Somos lo que hay (2010) es la apertura de esta saga, misma que aborda la muerte de un padre dentro del núcleo familiar y, a raíz de este acontecimiento, todos se tienen que recomponer y sobrevivir. En esta cinta también explora el thriller, pero se inclina principalmente por los vampiros.
Su segunda película es Rabia, que recién estrenó en la edición número 38 del Festival Internacional de Cine en Guadalajara y próximamente competirá por el premio principal en el Festival Sitges, de terror y fantasía. Finalmente, Grau adelantó que su siguiente historia relatará la pérdida de los hijos, por lo que los padres tendrán que enfrentarse a un mundo envuelto en el mito de Frankenstein.
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“Lo que me gusta del monstruo de la segunda entrega es que es completamente animal, no tiene conciencia de ser un monstruo como lo es el vampiro, que juega hasta con su seducción. El hombre lobo no tiene esta conciencia de su monstruosidad, como todos los humanos, me parecía buen contexto para contar una historia desencarnada de esta familia que vive una situación extrema y que el padre no sabe cómo tomar en las manos ni llevar adelante y se pierde el control.
“Para mi última entrega me enfocaré en una familia que pierde al hijo y, a partir de ahí, vive una historia de terror y la quiero enfocar en el mito de Frankenstein”, concluyó. Rabia se estrenará en octubre a través de la plataforma Prime Video.
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