Nos encontramos a la mitad del camino de lo que sonlos Cursos de Verano en el Centro Cultural Rosario Castellanos, enComitán. A quienes trabajamos aquí nos agrada ver la ilusión conque los niños llegan a explorar en los salones, y en el patiomismo, la novedad de los temas que les impartimos, así como agranjearse la amistad de otros camaradas de clase y de juegos. Asocializar. A trabajar en equipo una serie de actividadeslúdico-artísticas. Hemos trascendido el viejo modelo de antañoen que se consideraba a los cursos de verano una suerte deguardería para que los niños dejases de dar lata en casa, seocupasen, o bien, para que los padres que dignamente van al trabajotuviesen en donde dejar a sus críos. No. Eso ya no. Ahora losnuevos tiempos y la capacitación cada vez mayor de nuestrosdocentes nos impulsa a formar en cada uno de esos niños a unindividuo con una formación artística y humana integral, amostrarles los primeros pasos de un largo camino que los dotará alo largo d ela vida de la conciencia de su condición humana y porende artística.
En esta ocasión hemos implementado dos nuevostalleres llamados Ludoterapia y Bebeteca. Y en el caso de losdemás talleres, también hemos procurado impartir nuevasmodalidades didácticas para ir dirigiendo a los niños a lo que yamuy pronto será la Escuela de Iniciación Artística del INBA, dela cual seremos sede.
En el caso de la Bebeteca la idea consiste en atendera niños desde recién nacidos hasta 5 años con el propósitode estimularles el gusto por lo artístico pero con elacompañamiento de los padres, porque en realidad se trata de uncurso de capacitación para que los papás sepan cómo estimularese gusto en sus hijos. Este proyecto fue concebido por laresponsable del curso, Cecilia Arredondo, en atención a un hechocontundente que los especialistas nos han compartido: la formaciónmás importante del individuo se da entre el momento de sunacimiento y los siete años. Es la etapa en que debemos procurarel desarrollo integral, holístico dirían los modernos, de lasaptitudes naturales de los niños: su gusto por la música, por elarte en general y por el conocimiento mismo, por el descubrimiento.Es la etapa en que más ávidos están de conocer el mundo que losrodea. Por eso hemos decidido aquí en el CCRC contribuir aello.
Pero el proceso que continúa también es importante,por eso hemos tomado a niños que se encuentran entre los 5 y los 7años para compartirles mediante el juego y una serie deactividades didácticas novedosas su desarrollo artístico,perceptivo y creativo. Así lo hacemos tanto en Ludoterapia, queimparte nuestra psicóloga Zaira Bonilla, como en el taller deArte para niños, impartido por ese experimentado músico y artistaplástico Fernando Escárcega.
De alguna manera se ha descuidado terriblemente en elsistema escolarizado, en su mayoría -tampoco pretendo serdeterminante y absolutista al decir que en todo, habrá notablesexcepciones por supuesto-, la enseñanza de las actividadesartísticas.
Para resarcir esa carencia nos hemos dado a la tareade revertir los nocivos efectos en el individuo de la carencia dela formación artística. Por ello, en medio de abundantesdiscusiones y propuestas constructivas, los docentes del CCRC hemosido perfilando un método de enseñanza que privilegia los valoresy las competencias en los niños. También un método deinterdisciplinariedad que les permite conocer los diferentesámbitos del arte e ir bosquejando sus preferencias. Reciben clasesde música, artes visuales, danza, talleres de lectura, y sesionesgrupales llevadas a cabo por nuestra psicóloga infantil paradesarrollar aptitudes, autoestima, técnicas de aprendizaje, etc.Hemos ido procurando convertir a nuestros talleres permanentes enun laboratorio en que pretendemos estar gestando la personalidad yformación de algunos de los futuros ciudadanos comitecos.
También los medios tecnológicos sonimportantísimos en nuestra diaria labor. Mediante el uso de unproyector y de una pantalla digital los maestros presentan a susalumnos documentales de las grandes compañías de ballet, de danzafolklórica, paseos virtuales a museos, la obra de los grandescreadores plásticos, temas de historia, y una serie interminablede temas sobre el aprendizaje de las cuestiones artísticas yestéticas. Sin tener que trasladarse ni tener que quedar aisladospor la falta de ir al lugar mismo de los hechos, la tecnologíatrae a los niños del CCRC los grandes temas del conocimientohumano. Si mi amable lector supiera hasta qué punto es importanteque los niños conozcan aunque sea a través de la pantalla queexisten otras culturas, otras manifestaciones artísticas en elmundo, comprendería nuestro interés en este punto. Recuerdo laexpresión sorprendida d elo sniños que ven una representación detango, o de danzas árabes, o indonesias, o la catedral deWestminster o de Colonia, en Alemania, inundada de música con lasorquestas sinfónicas dirigidas por los grandes maestros.
O simplemente verlos este día en su salón admiradosde ver tocar a las hermanas Pilar y Samma interpretando piezas paraviolin y violoncello, absortos, hechizados, descubriendo otrosámbitos de la realidad y la magia d elos instrumentos musicales.Estas hermanitas Méndez Rojas nos obsequiaron estas actividadesjunto con su mamá Pilar durante estas cuatro semanas de cursos.¿Habrá niños que vieron por vez primera estos instrumentos y queal pasar de los años decidirán acompañarse de ellos? ¡Ojaláocurra! No lo sabemos, pero es muy probable que así sea.
Recuerdo que cuando iniciamos en 1997 durante miprimera etapa como director de ésta en ese entonces Casa deCultura, la idea que me motivó a crear el Festival Balún Canánpara Comitán, fue traer a mi comunidad las grandes manifestacionesdel arte que en ese entonces nada más podían disfrutarse en elPalacio de Bellas Artes, en los conciertos de cámara en losespacios y templos destinados para ello en la ciudad de México, enla Sala Ollin Yolliztli o en el Centro Cultural Universitario.Trajimos entonces conciertos sinfónicos, recitales de voz y piano,teatro universitario y de vanguardia, ballet y danza de distintaspartes del mundo gracias a las gestiones que realizamos con lasdistintas embajadas de otros países. Todo aquello venía con laidea no sólo de que se trataba de un espectáculo cultural sinocon la muy clara concepción de que nuestros invitados impartierantalleres, clínicas, laboratorios que enriquecieran la labor denuestros artistas locales. Puedo decir con orgullo que aquellatentativa fue el inicio de la creación de los grandes públicosculturales en nuestra localidad, lo cual se fue desvirtuando antela falta de sentido artístico y de claridad de muchas de lasediciones d elos festivales que lo sucedieron. Si hoy en día se mepregunta sobre la pertenencia de los festivales que se realizan enel Estado, me atrevería a decir que no tienen sentido tal como serealizan, que esos presupuestos de cultura deberían destinarse ala formación y capacitación artística de los alumnos en cada unode las 58 casas de cultura y 4 centros culturales que tenemos en elEstado. Con políticas culturales que vayan alineadas en suestrategia con las de los otros dos niveles de gobierno. Es unatarea ardua pero que vale la pena impulsar. Sobre todo ahora que alparecer soplan nuevos vientos de transformación yrefundación.
En tanto eso ocurra, nosotros continuamoscontribuyendo en este maravilloso espacio que es el CCRC con laformación y capacitación artística tanto de los niños, como delos docentes y de los padres inclusive, porque si no, elvirtuosísimo del ciclo se viene abajo al fallar uno de estosingredientes.
Por eso nos interesó tanto llevar a cabo ese otroproyecto de calidad indiscutible como lo es la primera Escuela deEnseñanza y Formación Artística del INBA en Chiapas, cuya sedeserá nuestro CCRC, en Comitán.
entretejas1@hotmail.com
