En redes sociales, se ha vuelto viral un video de la usuaria Sandy Chávez originaria de Ciudad de México, quien comparte la impactante experiencia que vivió en San Juan Chamula, Chiapas. En su relato, describe una historia de terror que le tocó vivir como mexicana, con la intención de que más personas conozcan las costumbres y tradiciones del pueblo.
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El viaje a San Juan Chamula
Sandy viajó con amigos a San Cristóbal de las Casas y, en su último día, una amiga les sugirió visitar un pueblito bonito. Al llegar a San Juan Chamula, Sandy sintió que la energía del lugar era "muy densa". Se acercaron varios niños que, a pesar de ofrecerles pulseras de manera amistosa, al final les cobraban por ellas, algo que sorprendió al grupo.
Antes de entrar a la iglesia, el grupo fue informado que la entrada costaba 30 pesos por persona, lo cual les pareció extraño. Al pagar, se les prohibió tomar fotos o videos, y se les informó que si deseaban conocer más sobre la historia y rituales del lugar, tendrían que pagar 300 pesos adicionales. Sandy notó que la iglesia no parecía católica y que, al parecer, estaba relacionada con la santería.
Un encuentro inesperado
Dentro de la iglesia, Sandy observó sillas apiladas y listones colgando del techo, así como mesas con velas y santos encerrados en vitrinas, rodeados de ofrendas. En medio de esta atmósfera, uno de sus compañeros recibió una llamada. Al intentar contestar, su celular se cayó y se activó la cámara. En ese momento, se acercó el guía, quien le pidió el teléfono. Tras entregarlo, el guía se molestó, alegando que estaban grabando, y exigió que borraran las fotos.
La situación escaló cuando el guía y el cobrador de la entrada le exigieron 4,200 pesos para recuperar el celular. Sandy y su grupo, sin esa cantidad de dinero, intentaron negociar, explicando que solo tenían 1,000 pesos. El guía respondió que si no tenían dinero, no debían estar en el pueblo. Los vendedores locales les advirtieron que estaban siendo estafados y les recomendaron acudir a la presidencia municipal.
Consejos y reflexiones
Sandy aconseja a los viajeros que se informen adecuadamente sobre las costumbres y usos de los pueblos antes de visitarlos, ya que pueden variar considerablemente. También enfatiza la importancia de mantener la calma en situaciones complicadas, ya que el guía les advirtió que la policía, la Guardia Nacional y el presidente no intervendrían en el pueblo.
Al final, se llegó a un acuerdo: el grupo debía borrar los videos para poder salir sin más problemas. Sandy concluye su relato con un llamado a la reflexión sobre las experiencias que pueden vivir los turistas en lugares con tradiciones únicas, instando a todos a estar preparados y respetar las costumbres locales.
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