Tapachula.- Luego de ingresar a nuestro país por el puente fronterizo Rodolfo Robles, en Ciudad Hidalgo, alrededor de las 5:00 de la mañana, una nueva caravana migrante de al menos un millar de personas pasó por alto las recomendaciones de policías de desviarse de Tapachula y se enfiló a esa ciudad, hasta donde llegó alrededor de las 20:00 horas entre cánticos de sus integrantes.
Agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) señalaron que los centroamericanos entraron de manera violenta al país tras romper los candados de la reja fronteriza, en incluso avanzaron con actitud hostil por calles de Ciudad Hidalgo, donde se reportaron altercados verbales con policías municipales.
Ya de camino a Tapachula, un grupo de 70 migrantes fue asegurado en la parada conocida como El Manguito, en la carretera Tuxtla Chico-Tapachula, por un grupo de alrededor de 40 agentes de Migración y policías federal, estatal y municipal, quienes los llevaron a la Estación Siglo XXI, desde donde se presume serán repatriadas.
Por la mañana, David León, coordinador nacional de Protección Civil, dijo que no eran más de 800 quienes con prerregistro o sin permiso se habían internado en el país en caravana, previsión similar a la del INM.
PREOCUPACIÓN
Por su parte, la alcaldesa de Suchiate, Sonia Eloina Hernández Aguilar, aseguró que su municipio está rebasado y no cuenta con recursos económicos para brindar atención médica y alimentación a la nueva caravana.
"Diariamente entran a nuestro municipio cientos de migrantes a los que no les podemos negar un doctor", dijo la alcaldesa, quien exhortó a los legisladores federales y estatales a destinar una partida presupuestal para los municipios fronterizos, ya que con la que cuentan sólo contempla a sus habitantes, por lo que atender a poblaciones extras les ocasiona un desajuste.
También hay preocupación en el sector empresarial, el cual augura una mala temporada de Semana Santa. José Elmer Aquiahuatl Herrera, presidente de la Asociación de Comerciantes Establecidos y Propietarios de Inmuebles en Tapachula, externó que a pesar de que parte de la economía local se ha recuperado gracias a los cubanos, el ingreso de una nueva caravana de centroamericanos impedirá que los turistas realicen sus compras o visiten el centro de la ciudad.
CRUCIFIXIÓN EN EL INM
En Tapachula, quienes llevan semanas postrados en el INM representaron una crucifixión multinacional: tres migrantes, de Bangladesh, Pakistán y Cuba, más el activista promigrante Luis García Villagrán, ayudaron a sostener al también cubano Dennis en una cruz, en protesta por el maltrato al que acusan las autoridades someten a los extranjeros.
Dennis Hernández simbólicamente se crucificó para solicitar la expedición de oficios de salida para sus compatriotas, en tanto que Luis García Villagrán, director del Centro de Dignificación Humana, acusó que el gobierno mexicano está criminalizando a los migrantes y a los activistas. "Nos están señalando de todo, hacemos responsable al gobierno de lo que nos pase como activistas", dijo.