Tuxtla Gutiérrez.- Debido a la desaceleración económica por la que pasa el estado, en términos generales, y por la disminución en el consumo, de manera específica, entre enero y junio pasados algunos afiliados a la Unión de Restauranteros y Empresarios de Chiapas (Uryech) registraron una contracción en la comercialización de productos y prestación de servicios de entre 30 y 40 por ciento.
El presidente del gremio, Rubén Durán, admitió que a estas alturas de 2019 “muchos negocios están cerrando”. Los establecimientos que subsisten viven al día y generan acciones con un propósito común: levantar las ventas.
“La economía está un poco parada. Esa es la verdad (…) Estamos trabajando lo más que podemos (…) Los negocios que quedamos estamos manteniéndonos y tratando de mejorar los servicios que podemos”, afirmó.
Confían en que la adhesión a iniciativas en pro de la seguridad de la población, como la adopción del protocolo que el gobierno de Tuxtla Gutiérrez creó para ayudar a las mujeres en situación de violencia, así como las vacaciones de verano, motiven a los comensales a regresar a los restaurantes, aunque en el último punto apuestan más por el flujo de clientes locales que de turistas, particularmente en la capital de la entidad.
“Estamos tratando de mejorar continuamente para que nuestros agremiados como la gente que va a llegar a consumir a nuestros negocios se sientan seguros y con mejor calidad de productos”, acotó.
Los paseantes destinan hasta 30 por ciento del gasto de su viaje a la alimentación, una de las razones por la cual al año la gastronomía genera una derrama anual de 183 mil millones de pesos en todo el país, equivalente a dos por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), de acuerdo con la Secretaría de Turismo federal (Sectur).