Comerciantes de pequeñas empresas se alistan para los días 1 de noviembre, Todos los Santos y 2 de noviembre, Fieles Difuntos, cuando niñas y niños, según la costumbre, salen a pedir dulces a los hogares, preferentemente el día 1, para ello se disfrazan, la cultura y la tradición ha hecho que quienes se dedican al comercio adquieran en volumen para su venta al menudeo como ya lo están haciendo, los costos de los trajes para ambos sexos según el tamaño dan desde los 300 pesos, hasta los 800 pesos.
Don Homero Monterrosa Ballinas, locatario desde hace 52 años, en el mercado Gustavo Díaz Ordaz o Juan Sabines, informó que con mucha anticipación adquieren los productos, así como él, muchos de sus compañeros que se dedican al giro de ropa, aunque la demanda es ahora baja, seguramente por la pandemia del Covid-19, lo que hará que la niñez que acostumbra a pedir dulces en esta fecha se abstenga por riesgo de contagio.
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En esta conmemoración del 1 y 2 de noviembre gran parte de la población de Chiapas acostumbra a adornar sus altares con fotografías de sus seres queridos que se han adelantado en el camino de la vida, colocan dulces de frutas y frutas de la región, gran parte de ellos son repartidos durante los recorridos tradicionales de los pequeños por los hogares a donde acuden pidiendo “calabacita tía”.
En razón de que el tiempo ha ido modernizando la forma del vestuario de los infantes con disfraces, los comerciantes adquieren en volumen su mercancía para vender al menudeo, aunque en esta ocasión no hay en abundancia en los locales de los mercados públicos, ni en otro tipo de comercio de ropa, seguramente la gente se sigue cuidando, dice Don Homero Monterrosa.
En los alrededores de los mercados se complementa la venta de los insumos para la temporada, para el 1 y 2 de noviembre, una gran variedad de dulces de calaveras, también los tradicionales nanchi curtido o el jocote curtido, los nuégados, las flores, entre ellas el cempasúchil o flor de muerto, que también se utiliza en el adorno de los altares o en la elaboración de coronas para la colocación en las tumbas.
Solo que, a diferencia de otros años, por la pandemia del Covid-19, los comerciantes no surten en gran volumen, porque la demanda de productos sigue baja, saben del riesgo de contagio porque el virus sigue permeando en Chiapas, en la capital y que vale la pena cuidar la salud, pero que, ante todo, si bien se mantienen las tradiciones, también es bueno proteger la vida, sostiene don Homero Monterrosa.
