El profesor Filiberto Cruz Montes expresa su gozo y alegría por su vocación hablar del docente es algo muy maravilloso, es de un gran compromiso social, de una gran vocación haber elegido esta profesión esta carrera no es más que el deseo de servir educando a los demás, muchos empezamos recorriendo montañas, cruzando ríos, arroyos y cerros así fue mi primera experiencia en el municipio de Sabanilla, cuando no había energía eléctrica, ni carreteras, ni caminos de terracerías.
Fue iniciar trabajando en la intemperie en el frío, en el calor, en la lluvia, mi primera Escuela Miguel Hidalgo y Costilla en 1985 en la localidad Atoyac Nailú, era una galera compuesta por varillas de madera, teja de cartón y nailon, no había pizarrones, pero sí existían en el pueblo había un grupo de chiquillos ansiosos de trascender en la historia.
El deber, compromiso, misión y vocación me hizo llegar a esa escuela, así era la casa del maestro para bañarse había que irse a unas lajas en la comunidad, en las ranuras de las lajas se introducía un carrizo así se obtenía el agua fría, de esta manera se obtenía agua para la comunidad y para la escuela, los padres de familia siempre al pendiente en todo momento de la vida del profesor.
Cuanta que su primer grupo de alumnos eran 22 en primer grado de educación primaria, su salario era de 60 pesos no había pretexto para no asistir a la escuela, había vocación, mística y el deseo de que los niños y niñas trascendieran, nada había motivos para pensar no quiero ir porque falló el internet, porque no hay luz o porque no hay transporte, porque no hay señal de telefonía, o carreteras, no equipo didáctico.
Cruz Montes cuenta que el material didáctico había que elaborarlo, muchas veces con la colaboración de los padres y madres de familia o con las y los alumnos, la comunidad se involucraba en la educación de sus hijos y nos niños y niñas no faltaban a clases, ver a los niños a diario era un renacer para el maestro, era cargarse de energía, de enseñanza y de muchas aspiraciones.
Haber elegido esta profesión ha significado mucho en mi vida, el compartir conocimientos no es poca cosa, a veces se piensa que el docente va a enseñar, pero en realidad también se va a aprender de la comunidad y de sus alumnos, ese era mi caso, mi segunda escuela fue en El Molino en el municipio de Bejucal de Ocampo, donde la experiencia de la docencia y la importancia del convivir con la comunidad me hizo crecer en todo.
La tercera escuela fue en una comunidad del municipio de La Grandeza, La Escuela Primaria Miguel Alemán de la colonia Reforma, la siguiente fue en un plantel del municipio de Chicomuselo, en la comunidad Monte Sinaí de ahí la siguiente institución fue en el mismo municipio en la comunidad Lázaro Cárdenas, donde fue un gran aprendizaje y un gran compartir no solo con la infancia, también con la juventud con los padres de familia.
Luego llegó el momento de otro cambio y fue al municipio de Simojovel de Allende, a la comunidad La Pimienta una localidad que le tuve mucho cariño y ahí me agarró el conflicto armado del Ejército Zapatista de Liberación Nacional en 1994, experiencias distintas que me fueron marcando en toda mi vida profesional docente, compartió l profesor Filiberto Cruz.
Posteriormente dio el paso a dos escuelas del municipio de Bochil, una de ellas Plan de Ayala, posteriormente llegué a Tuxtla Gutiérrez y mi primera escuela fue el Centro de Educación Básica del Estado de Chiapas Dr. Belisario Domínguez y en esta institución cuando a mí me toca la tecnología a través del programa Enciclomedia, antes no fue más que hacerlo todo, materiales, estrategias, y todo lo que se necesitaba para la enseñanza.
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Ahora las tecnologías tienen sus pros y sus contra, por si solas no funcionan y tienen que ser funcional, tiene que haber una socialización, hoy que soy director de la Escuela Primaria Ángel Albino Corzo, en Tuxtla Gutiérrez plantel con 87 años de servicios, constatamos la mística de las y los docentes, que se capacitaron, se actualizaron en conocimientos para atender a los niños de manera virtual, a distancia, debido a la pandemia del Covid 19, hubo una gran innovación porque nos desajustó a todos esta enfermedad.
Esos cambios tecnológicos nos han demostrado que es útil para superar las barreras, pero no como la socialización, yo prefiero la socialización, la vocación es vida hay que disfrutar lo que haces, los docentes tenemos que estar innovando, creando, no olvidarse de los servicios, en esta escuela me siento de maravilla, por eso mismo no me gustaba estarme cambiando a cada rato de las escuelas, narró.
Con 37 años de servicio, no me queda más que dar gracias, gracias a la vida gracias a Dios, gracias a la familia, a los compañeros maestros, no ha pasado por mi mente la jubilación, el docente cuenta con lo necesario para vivir y disfrutar la vida, una percepción mensual importante, hay directores que ganan menos que docentes frente a grupo, convivo con compañeros activos e inactivos, depende de la antigüedad.
Lo que no comparto ahora es que la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros (USICAMM) que trasgrede derechos en cuanto a que obliga a permanecer dos años en una escuela para tener derecho a cambios, lo que sí es bueno es la formación académica y hay que realizar algunos ajustes, el 15 de mayo día del maestro lo celebraré trabajando, asistiré a un evento con alumnos, alumnas, autoridades educativas, enfatizó.
Finalmente dice que está analizando la posibilidad de jubilarse con dignidad para dar paso a las nuevas generaciones, es una decisión difícil cuando se tiene compromiso con los niños, papas, escuela y con uno mismo, ese es mi caso, mis compañeros jubilados me van a ir asesorando para que ya vaya pensando en ello.