Cintalapa-. Mucha gente que no es de este valle de Figueroa al visitar estas tierras y específicamente la parroquia de Santo Domingo de Guzmán, se va sorprendida al ver la elegancia y el trabajo con el que fue elaborado el retablo del templo, algo que desde que fue entregado ha lucido muy bonito, y en ese sentido, nos dimos a la tarea de investigar un poco para saber sobre las manos que trabajaron muy duro y con mucho esmero para hacer de un simple planchón de madera, la obra de arte en lo que lo convirtieron.
Dicen que preguntando se llega a Roma, y fue así como llegamos al barrio Santa Cruz del municipio de Jiquipilas, donde vive el maestro José Luis Jiménez Peña, quienes nos recibió en su casa y nos contó su experiencia de haber sido él y su equipo de trabajo los que fabricaron la obra de arte que todos los días podemos apreciar al estar en el templo.
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El maestro carpintero dijo que un día cualquiera del mes de diciembre del 2012, recibió en su taller la visita del equipo de comunión del barrio la Candelaria acompañados por el párroco en ese entonces, Martín Córdoba Alfaro, platicaron, le expusieron una idea, y en vuelta de un mes o un poco más, ya les estaba entregando un diseño elaborado con sus manos e imaginación, como propuesta a lo que ellos buscaban.
El párroco se llevó ese diseño, fue examinado y en pocos días regresó con el maestro José Luis para decirle que ya tenía luz verde para iniciar con un proyecto que les había presentado.
En ese sentido, Jiménez Peña al saber que había aceptado un compromiso muy grande con ese trabajo, habló con todo su personal, (cerca de 16 obreros, entre carpinteros, barnizadores, talladores y demás), para decirles lo que harían y necesita del apoyo más que al 100 para que todo saliera bien y así sucedió.
“Toda la madera de cedro rojo la compré en un municipio de Tabasco (6738 pie-tabla), y como había hecho el diseño a escala, eso nos facilitó mucho al momento de cortar la madera que utilizamos, pura de primera porque el trabajo así lo exigía”, comentó el maestro.
Dijo que tuvo que inventar una máquina para poder hacer los torzales de 40 centímetros de diámetro, hubo noches que se le quitaba el sueño pensando como solucionar ese problema, y a final de cuenta, lo superó.
En el taller fabricaron todas las piezas, fueron barnizadas con alto brillo y en el templo armaban el rompecabezas para lograr cubrir una superficie de 11 metros por 8, lo que mide el retablo, fue casi un año que se llevaron de trabajo, el mismo que fue entregado en el mes de diciembre del 2013.
Dijo que el maestro que fue muy cuidadoso con este trabajo, todas sus bases las aseguró con tornillos de cabeza hexagonal, utilizó taquetes de la misma madera, cuidó mucho que la madera no tuviera sámago, porque la parte blanca al paso de los años dañaría el trabajo y eso no quería que pasara.
“En el 2017 cuando pasó el terremoto, yo fui a la parroquia para supervisar si el movimiento telúrico había dañado algo y gracias a Dios, nuestro trabajo estaba intacto”, dijo.
Cuando el retablo fue entregado, se ofició una celebración eucarística, vino el obispo y demás autoridades religiosas, todos los que trabajamos en esto, son sentimos muy contentos y orgullosos de los aplausos y de lo que la gente decía al ver el retablo terminado, para mí había sido un reto muy grande y gracias al trabajo en equipo, no quedamos mal ni con el Padre Martín ni con la sociedad, sostuvo el entrevistado.
El trabajo costó un millón y medio de pesos. Poco tiempo después también ellos fabricaron la silla donde se sienta el sacerdote, (se llama sede), al igual que el Ambón, (base donde se leen las lecturas y el Santo Evangelio) y también se hicieron los ventanales, (esto ya fue en otro proyecto).
Mencionar que antes que al maestro José Luis le dieran este trabajo, ya otro carpintero de Cintalapa lo tenía, pero por detalles que no gustaron al Párroco ni al equipo de comunión, se lo quitaron.
El maestro José Luis cuenta con una experiencia de 48 años, le ha trabajado a mucha gente de diversas zonas del estado, costa, soconusco, altos y de Oaxaca, su taller se ubica en la colonia Santa Cruz, (2ª oriente norte #710) en el municipio de Jiquipilas como ya se dijo, su empresa se llama fábrica de muebles JL.
