El proyecto de construcción del Tren Maya, uno de los diez prioritarios del presidente Andrés Manuel López Obrador, y que plantea enlazar a las entidades del sureste, a través de las zonas arqueológicas de la región, generará un impacto ambiental, por lo que debe hacerse una valoración en su justa dimensión, planteó Gustavo Castro Soto, representante de la organización social “Otros Mundos”.
A su juicio, la consulta sobre Tren Maya del 24 y 25 de noviembre, no llegó a los pueblos, comunidades y ejidos que afectará en Chiapas, donde existen pobladores que lo rechazan; además, los estudios como la evaluación ambiental estratégica para la obra, deben hacerse públicos.
“Hay que reconocer que de Palenque a Mérida y Valladolid ya hay líneas del Tren Maya que se crearon bajo el Porfiriato; pero, entre Cancún, Tulum, Sian Ka'an, Bacalar, Calakmul y Escárcega, es una línea totalmente nueva, que implica una destrucción significativa de selvas en México”.
Subrayó que la propuesta del Tren Maya es que atraviese justo por el medio de la Reserva de la Biósfera de Calakmul, al lado de la carretera, la van a partir a la mitad; la Reserva de la Biósfera de los Montes Azules en la Selva Lacandona ha sido deforestada, la otra que se verá afectada es Sian Ka'an, el ferrocarril pasaría por el medio.
“Al romper la reserva, aparte de la carretera, con otro tren, los animales van a tener un problema de conectividad y de traslado, los jaguares van a empezar a tener endemismos; con la ampliación de la carretera se dañó un lugar emblemático de murciélagos que se encuentran hoy despistados alrededor de la vía; el impacto del tren será mayor, el venado, el jaguar y todo lo que queda se perderá”.
Refiere que el 70 por ciento de las especies vegetales en el mundo ya están en peligro, lo peor que podría hacer México ante esta coyuntura, sería apoyar este tipo de proyectos que llevan al ecocidio y al exterminio de la vida; el problema no solo son las vías del ferrocarril que van a implicar tirar árboles, sino el desarrollo económico asociado al mismo.
El Tren Maya ha sido respaldado por los gobiernos de Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo, que aplicaría una inversión del orden de los 150 mil millones de pesos.