Los pescadores de la presa La Angostura enfrentan tiempos difíciles debido a la baja producción de mojarras, especialmente durante la cuaresma y las temporadas de sequía. Guadalupe Pérez Náfate, un pescador local, destacó la notable disminución en las capturas, donde hasta 10 kilos menos ha disminuido la pesca por arponero, afectando gravemente su sustento.
"Sí, baja mucho. Ahora en cuaresma, baja mucho la mojarra. Muy poca la mojarra, baja la producción por arponero, baja la producción como de 10 kilos por arponero", comentó Pérez Náfate.
Los pescadores explican que, debido al nivel bajo de la presa, las mojarras se dirigen al fondo, complicando su captura. En épocas de lluvia, un arponero puede llegar a capturar hasta 30 kilos, pero en sequía, esa cantidad se reduce significativamente.
"Como se baja mucho la presa, la mojarra se va a lo profundo, a lo hondo. Por eso mismo los arponeros, si bajan hondo, pues, nada más que casi no llegan hasta donde está la mojarra, matan lo que está más cerca. En tiempo de agua, sacan como unos 30 kilos cada quien", explicó Pérez Náfate.
La escasez de mojarras ha llevado a los pescadores a recurrir a la compra en viveros para mantener su actividad, ya que la captura directa se ha vuelto insostenible.
"Es que nosotros pescamos directo, o ya sea que lo compramos. Más compramos porque ya, esta parte que está cerca, ya no hay mojarras, porque ya se escaseó mucho la mojarra", concluyó Pérez Náfate.
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Actualmente también mencionó que debido a la compra que ellos tienen que realizar, mantienen el precio de la mojarra en 90 el kilo, considerando que han aumentado sus ventas, ya que la gente de la zona regularmente consume el producto.
La comunidad pesquera de La Angostura espera que las condiciones mejoren con la llegada de las lluvias, mientras buscan alternativas para sostenerse durante estos tiempos de crisis.
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