La extracción minera, la devastación de espacios naturales para proveerlos para la actividad ganadera deben terminarse y para ello la autoridad debe poner un alto, opinó Fabio Martínez Castilla, arzobispo de Tuxtla Gutiérrez.
Dijo que no es posible que la sociedad sea insensible ante el sufrimiento de otros, que es lo que provoca la afectación ambiental, sobre todo de los más pobres, que son quienes sufren el primer impacto del ataque a la naturaleza.
“Cuando uno se destruye sufrimos todos, pero donde recae la fuerza del sufrimiento es en los más vulnerables (…) pareciera que el esfuerzo de las autoridades no es suficiente para frenar este deterioro ambiental y por eso hago un llamado para los pueblos y para las mismas autoridades para que se haga algo”, reiteró.
El jerarca católico fue claro en decir que los gobiernos están obligados a hacer algo para detener las concesiones mineras y todo tipo de extracción natural, ya que nadie tiene el derecho de vender lo que le pertenece a la humanidad.
“En vez de devastar debemos promover la reforestación; invito a las comunidades, sobre todo a las comunidades que tienen mucha tierra y arboles a que cuiden lo que la naturaleza les ha dado porque si nosotros destruimos la naturaleza, la naturaleza va a cobrar factura”, advirtió.
Asimismo, exhortó a la sociedad a proteger los ríos y arroyos al no tirar basura o cualquier tipo de desecho que afecte a los afluentes, ya que son parte de la naturaleza y de la vida de los seres humanos, así como de seres vivos que habitan en ellos.
Finalmente, dijo que esto es responsabilidad de todos, ya que esta es la herencia que se habrá de dejar a las nuevas generaciones.
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