Entre aglomeraciones, descuentos y promociones, presencia policiaca, las primeras quejas por abusos de negocios y hasta una feria de vivienda, transcurrió el primer día del llamado “fin de semana más barato del año” en las plazas comerciales más antiguas del poniente de Tuxtla Gutiérrez.
Descuentos -el más atractivo de 70 por ciento en armazones de lentes-, meses sin intereses – a veces limitados a “sólo en mercancía seleccionada”- y carteles con el logotipo de la campaña por doquier.
Automotrices, tiendas de nutrición, veterinarias inmobiliarias… más del 60 por ciento de los negocios de ese complejo entraron al “Buen Fin”, los mismos que vieron cómo aumentó la afluencia de consumidores conforme avanzó el día. Las más espléndidas: las tiendas departamentales y franquicia; los más conservadoras y en algunos casos desentendidos: prestadores de servicios turísticos, restaurantes y centros de diversión. Por esa razón, del establecimiento que lleva por nombre un puerto inglés salían personas -especialmente mujeres- con hasta cuatro envoltorios o bolsas de regalo color rosa mexicano en la mano.
Como contenido predominaba los adornos navideños. No obstante, los productos más demandados o al menos los que más causaban tumultos eran los electrónicos y gadgets, particularmente los teléfonos celulares, todos a la vista de los elementos de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana del estado (SSPC), quienes convivieron con los conocidos elementos de seguridad privada contratados por la plaza o el establecimiento, en el marco del operativo policiaco implementado ex profeso.
Pero no todo fue color “rosa”. Al filo de la 1:00 de la tarde la delegación de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) en Chiapas atendió la primera denuncia del programa de verificación que activó por el “Buen Fin”. Fue un hombre que reportó que en una juguetería localizada en una plaza comercial del norponiente de Tuxtla Gutiérrez no querían respetar el precio de un artículo. Los inspectores de la dependencia acudieron al lugar, constataron la arbitrariedad, hablaron con el gerente y lograron conciliar. El establecimiento vendió y el cliente llevó el producto al costo prometido.
La Profeco instaló módulos de atención a denuncias que operarán de manera permanente en tres plazas comerciales de la capital: Las Américas, Polifórum y Galerías. En esos mismos centros verificadores de la institución efectúan recorridos permanentes para recibir quejas y/o garantizar que los proveedores cumplan con la ley. La instrucción es conciliar antes que demandar. La gente también puede denunciar en las cuentas de redes sociales o en la página de la Profeco; en la oficina más cercana de la dependencia, que en Tuxtla Gutiérrez está en el anexo de la “Torre Chiapas”; o en los números telefónicos gratuitos 01 800 468 8722 y 602 5936 al 43.
Al grito de “lo bueno que sigue mañana”, así transcurrió el primer día del llamado “fin de semana más barato del año” en las plazas comerciales más antiguas del poniente de Tuxtla Gutiérrez, las mismas que de aquí al lunes próximo demostrarán que prevalece: la austeridad, la inteligencia o la imprudencia.