El numeroso grupo de migrantes de casi 300 personas a las afueras del Instituto Nacional de Migración en Tuxtla Gutiérrez desde hace casi seis meses, ya han recibido la mayoría la visa por razones humanitarias, quedan unos 30 en espera del documento, entre ellos un migrante de República Dominicana, Leito De Jesús Méndez Polanco, que espera visa por razones humanitarias, lleva 23 días en la capital de Chiapas.
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El trámite lo inició en Tapachula, espera el documento para seguir en Chiapas, aspira a conseguir trabajo, viene solo, en esta ocasión no trae familia, en su país era policía, pero la crisis económica lo obligó a migrar.
Tiene 42 años el dominicano, cree que la gente de Chiapas es buena y que podrá conseguir empleo, mientras en el interior del INM se encuentran unas 25 personas en lista de espera con la aspiración de poder obtener el documento que les permita seguir su ruta a los Estados Unidos.
Lo que espera es la regularización en Tuxtla Gutiérrez, no desea otra cosa, ve mucho riesgo en el tránsito por la ruta a los Estados Unidos, espera documento para salir a las calles en busca de un trabajo que le permita ganar unos pesos para sostenerse y ver si es posible que en algún momento pueda enviar recursos a su familia.
Salió de República Dominicana el 11 de junio pasado, espera volver en algún momento, dejo papá, hermanos, hijos y su esposa ya vive en Estados Unidos, cree que les debe ir bien, no aceptó videos en entrevista, porque cree que el riesgo es mayor, los migrantes son más personas en situación de mayor vulnerabilidad social.
El personal del INM no acepto entrevista, mientras que quienes se encuentra en el interior, ya no desean más reflectores que recibir sus documentos, los amigos que hicieron en las calles frente a la institución ya se fueron, algunos ya cruzaron a los Estados Unidos de América, otros estarán por llegar a la frontera norte de México.
Méndez Polanco se desea suerte el mismo, creo que lo necesita, agradece las bendiciones y los buenos deseos de la gente, cada día no sabe que va a comer, no sabe dónde dormirá, pero si sabe que tiene la bendición de Dios y eso es suficiente para mantener fuerzas y esperanzas para salir adelante.
