La directora del Centro de Investigación y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), Ruby Aracely Burguete Cal y Mayor, sostuvo que con las recientes reformas electorales en Chiapas existirá un mayor retroceso al actual, en la representación de los pueblos indígenas en el Congreso del Estado y en los ayuntamientos.
Hay una negativa a reconocer que nueve de los 24 distritos electorales locales deben ser encabezados por indígenas, reconocidos por el Instituto Nacional Electoral (INE) desde el 2016, que el Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana (IEPC) no admitió en el 2018 y que vamos a llegar a las elecciones del 6 de junio del 2021 y seguirá la simulación, lo que me parece humillante.
Se aprecia un retroceso en la representación política indígena, no obstante que en las elecciones de 1995 hubo 10 diputados locales indígenas en el estado, ahora son solo dos, Mario Sántiz Gómez, tsotsil de Chamula, electo por mayoría por el Partido Revolucionario Institucional y Mayra Alicia Mendoza Álvarez, tseltal de Yajalón plurinominal por el Movimiento de Regeneración Nacional.
A pesar de que la tercera parte de la población de la entidad es indígena, es decir, un millón 300 mil personas aproximadamente, siguen las simulaciones y la humillación en contra de los pueblos y comunidades indígenas, insistió la investigadora del CIESAS con sede en San Cristóbal de Las Casas.
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En las próximas elecciones locales deberían ser encabezados por indígenas los distritos IV, integrado por los municipios de Yajalón, Chilón, San Juan Cancuc y Sitalá; el V de San Cristóbal de Las Casas; el VII de Ocosingo; el VIII integrado por Simojovel, Huitiupán, Sabanilla, Tila, Tumbalá y San Andrés Duraznal y IX conformado por Palenque, Catazajá, La Libertad y Salto de Agua.
Asimismo, el XI de Bochil, Amatán, El Bosque, Chapultenango, Francisco León, Ixhuatán, Jitotol, Ocotepec, Pantepec, Pueblo Nuevo Solistahuacán, Rayón, Soyaló, Tapalapa y Tapilula; el XX que conforman Las Margaritas, Altamirano, Amatenango del Valle, Chanal, Ocosingo, Benemérito de las Américas, Maravilla Tenejapa y Marqués de Comillas; el XXI de Tenejapa, Chalchihuitán, Chenalhó, Larráinzar, Mitontic, Oxchuc, Pantelhó, Aldama y Santiago el Pinar; y el XXII de Chamula, Amatán, Huixtán, Ixtapa, Teopisca y Zinacantán.
Por otra parte, los partidos políticos deben proponer candidatos o candidatas para presidentes municipales en 50 por ciento de los municipios, con más del 50 por ciento de población indígena, 45 municipios estarían en esa condición, no obstante, son un promedio de 88 los que tienen población indígena, por lo que ese porcentaje es limitativo.
De acuerdo con Burguete Cal y Mayor, los nueve distritos permitirían tener mayor representación indígenas, pero es restrictivo y violatorio de derechos lo que se ha determinado en la nueva reforma constitucional local en materia electoral, por lo que se observa un deterioro en cuanto a la representación de las personas con identidades indígenas.
Burguete Cal y Mayor ve una aberración porque en la reforma el Estado “reconoce y garantiza los derechos de los municipios indígenas”, lo que resulta grave porque el sujeto de derecho son los municipios indígenas y no los pueblos y comunidades indígenas”.
Precisa que quien tiene el derecho la libre determinación expresada en la autonomía son los pueblos indígenas, pero en este estado “la simulación es histórica”, en este caso concreto es sorprendente que sea que el Estado garantiza y reconoce los derechos de los municipios.
Por otra parte, ve un acto de injusticia que de las 33 mujeres que ganaron elección el 1 de julio del 2018, en el 75 por ciento existe simulación, ejerce el cargo, el hermano, el esposo, el síndico o in regidor, no existen los controles, ni la capacidad institucional, ni los procedimientos para garantizar los derechos de las mujeres.
