/ domingo 23 de agosto de 2020

INIFAP propone encalado de suelos para recuperar capacidad productiva

El INIFAP recomienda el uso de cal “dolomítica” para recuperar la productividad de los suelos ácidos cultivados con maíz


El Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) recomienda el encalado de suelos ácidos cultivados con maíz para la recuperación de la productividad, mediante el uso de cal “dolomítica”, expuso el director de Coordinación y Vinculación en Chiapas, Walter López Báez.

Reveló que, de acuerdo con investigación científica, en la región Frailesca una de las más grandes productoras de maíz en el estado, se tiene un registro de 36 mil hectáreas de suelos ácidos con más del 20 por ciento de saturación de aluminio que resulta tóxico para el cultivo de este grano básico.



Foto: Isaí López | El Heraldo de Chiapas



Además, explicó, disminuye la disponibilidad de otros elementos el fósforo y potasio, que son indispensables y ocasionan rendimientos de grano de 800 kilogramos a mil 200 kilogramos por hectárea que resultan bajan rentabilidad en la agricultura.

De acuerdo con López Báez, el INIFAP sostiene la importancia de la aplicación de cal dolomítica en los 15 centímetros superior del suelo, con una cantidad calculada en función de la cantidad de aluminio que está provocando esa toxicidad y bajarla a un nivel crítico del 20 por ciento.

La cantidad a aplicarse se determina con el Poder Relativo de Neutralización Total que considera la efectividad de la cal para neutralizar el aluminio y se deriva de la reactividad y la finura del material.



Foto: Isaí López | El Heraldo de Chiapas



Refiere el investigador del INIFAP que es de suma importancia elegir una cal con alto valor de PRNT, ya que a mayor valor se necesita menos cantidad a aplicar, la cual debe distribuirse homogéneamente en el terreno cultivable al menos 5 días antes de la siembra del grano e incorporarse con uno o dos pasos de rastra.

Walter López advierte que el efecto residual de una sola aplicación persiste hasta cinco años posteriores al encalado, y después de siete años de suelos con diferentes grados de acidez, se ha alcanzado un incremento de 3.2 toneladas por hectárea.



Foto: Isaí López | El Heraldo de Chiapas



Investigaciones científicas determinan que este efecto de recuperación de la productividad puede durar hasta cinco años en beneficio de los productores agrícolas, insistió.


El Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) recomienda el encalado de suelos ácidos cultivados con maíz para la recuperación de la productividad, mediante el uso de cal “dolomítica”, expuso el director de Coordinación y Vinculación en Chiapas, Walter López Báez.

Reveló que, de acuerdo con investigación científica, en la región Frailesca una de las más grandes productoras de maíz en el estado, se tiene un registro de 36 mil hectáreas de suelos ácidos con más del 20 por ciento de saturación de aluminio que resulta tóxico para el cultivo de este grano básico.



Foto: Isaí López | El Heraldo de Chiapas



Además, explicó, disminuye la disponibilidad de otros elementos el fósforo y potasio, que son indispensables y ocasionan rendimientos de grano de 800 kilogramos a mil 200 kilogramos por hectárea que resultan bajan rentabilidad en la agricultura.

De acuerdo con López Báez, el INIFAP sostiene la importancia de la aplicación de cal dolomítica en los 15 centímetros superior del suelo, con una cantidad calculada en función de la cantidad de aluminio que está provocando esa toxicidad y bajarla a un nivel crítico del 20 por ciento.

La cantidad a aplicarse se determina con el Poder Relativo de Neutralización Total que considera la efectividad de la cal para neutralizar el aluminio y se deriva de la reactividad y la finura del material.



Foto: Isaí López | El Heraldo de Chiapas



Refiere el investigador del INIFAP que es de suma importancia elegir una cal con alto valor de PRNT, ya que a mayor valor se necesita menos cantidad a aplicar, la cual debe distribuirse homogéneamente en el terreno cultivable al menos 5 días antes de la siembra del grano e incorporarse con uno o dos pasos de rastra.

Walter López advierte que el efecto residual de una sola aplicación persiste hasta cinco años posteriores al encalado, y después de siete años de suelos con diferentes grados de acidez, se ha alcanzado un incremento de 3.2 toneladas por hectárea.



Foto: Isaí López | El Heraldo de Chiapas



Investigaciones científicas determinan que este efecto de recuperación de la productividad puede durar hasta cinco años en beneficio de los productores agrícolas, insistió.

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