Tuxtla Gutiérrrez.- Entre pintas y presuntas agresiones a automovilistas que transitaban por la arteria principal de Tuxtla Gutiérrez, estudiantes de la Normal Rural Mactumactzá, acompañados de alumnos de otras instituciones del mismo sistema, así como de organizaciones sociales y campesinas, marcharon este martes para conmemorar el 6 de agosto del 2003, fecha en la que, según los normalistas, la institución fue agredida por el gobierno del estado, en ese entonces a cargo de Pablo Salazar Mendiguichía.
En conferencia de prensa, reprobaron que, a pesar de los años y de la importancia de las normales rurales para la educación de los jóvenes de las comunidades vulnerables, no reciban el apoyo adecuado y se trate de criminalizar a los estudiantes que lo único que buscan son mejores condiciones para su futuro y para el futuro de los niños que viven en pobreza y pobreza extrema.
Como ejemplo, recordaron que fue en la administración de Salazar Mendiguchía (2000-2006) cuando se suspendió el sistema de internado de la Mactumactzá, el cual facilitaba la estancia a los estudiantes que provenían de las zonas más alejadas de la entidad, ya que recibían alimentación y un lugar para vivir, temas que en la actualidad tienen que solventar con los recursos que muchos carecen y por lo cual tienen que abandonar sus estudios.
Los estudiantes, acompañados de normalistas de otras entidades y miembros de diferentes agrupaciones sociales iniciaron la marcha que partió de la zona poniente de la capital, justamente desde la institución hasta llegar al parque Central.
Durante esta actividad, expresaron consignas, portaron pancartas con la frase “6 de agosto no se olvida” y reclamos en contra de las autoridades gubernamentales, quienes en la actualidad no han mostrado flexibilidad para resolver las demandas de los estudiantes, entre ellas, la reinstalación del sistema de internado.
Asimismo, portaron una cabeza de cartón con la imagen del exgobernador Pablo Salazar. Durante la rueda de prensa, los normalistas enfatizaron que esta marcha es símbolo de su lucha, la cuan no se detendrá hasta que las autoridades de los tres niveles comprendan la importancia de las normales rurales.