A lo largo de la historia, en Chiapas ha prevalecido un contexto de violencia derivado de la alta situación de marginación y pobreza aunado a su ubicación geográfica así como los flujos migratorios lo que ha dejado en un estado de vulnerabilidad principalmente a las mujeres.
La pobreza que viven la gran mayoría de las mujeres chiapanecas las coloca como presa fácil para ser víctimas de violencia la cual es una clara violación a sus derechos humanos.
En Chiapas se ha emitido una alerta sobre violencia de género desde el año 2016, la cual comprende a siete municipios, entre ellos Comitán de Domínguez, Chiapa de Corzo, San Cristóbal de las Casas, Tapachula, Tonalá, Tuxtla Gutiérrez y Villaflores.
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Las violencias más comunes que se han ejercido contra las mujeres en el estado están la psicológica, física, patrimonial, económica, sexual, moral, obstétrica, de los derechos reproductivos y violencia política en razón de género
La Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) de 2016, señaló que el 66.1% de las mujeres mexicanas de 15 años y más sufrieron al menos un incidente de violencia emocional, física, económica, sexual o discriminación a lo largo de su vida en al menos un ámbito y ejercida por cualquier agresor.
Para el estado de Chiapas la prevalencia fue de 52.4% de mujeres, es decir, cinco de cada diez sufrieron algún o varios tipos de violencias a lo largo de sus vidas. Se observa un preocupante incremento de 8.9% respecto al resultado en la ENDIREH 2011, en donde la prevalencia fue de 43.5% (cuatro de cada diez).