San Cristóbal de las Casas.- Una creciente preocupación ha surgido en la región altos de Chiapas debido al consumo masivo de Pox, una bebida tradicional de origen indígena, pero que en su versión adulterada con agua ha generado malestar entre algunas personas. Se ha denunciado que algunos vendedores clandestinos comercializan esta bebida alterada, lo que ha llevado a una serie de casos de intoxicación y problemas de salud en la comunidad.
El Pox, una medicina ancestral con propiedades curativas según testimonios de los propios indígenas, ha sido una bebida tradicional y ritual en la región durante muchos años. Se utiliza en diversas ocasiones, desde celebraciones religiosas hasta eventos sociales, como bodas, primeras comuniones y bautizos. Sin embargo, en los últimos tiempos, su pureza y calidad se han visto comprometidas debido a su adulteración con agua, lo que ha llevado a la aparición de problemas de salud entre quienes lo consumen.
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El problema se ha acentuado en la calle Tapachula del barrio Las Delicias, donde desde tempranas horas de la mañana, grupos de personas se reúnen para beber grandes cantidades de Pox mezclado con agua. Los residentes de la zona han denunciado esta situación ante las autoridades de salud, llamando la atención sobre los problemas de salud y la conducta inapropiada de quienes consumen esta bebida adulterada.
Los vecinos se han quejado del ruido, las molestias y la falta de respeto por parte de aquellos que consumen excesivamente Pox adulterado, llegando incluso a realizar sus necesidades fisiológicas en la vía pública, lo que afecta la convivencia en la comunidad y crea un ambiente insalubre. Además, en el contexto de la temporada de lluvias, el problema se agrava, ya que muchos de ellos permanecen dormidos en las banquetas, representando un riesgo para su propia seguridad.
Ante esta preocupante situación, los residentes de San Cristóbal de las Casas hacen un llamado urgente a las autoridades competentes para que tomen medidas drásticas contra los vendedores clandestinos de Pox adulterado. Demandan que se realicen inspecciones regulares en las calles y barrios de la ciudad para erradicar esta práctica, sancionando severamente a quienes pongan en peligro la salud de los consumidores.
Los familiares de los bebedores afectados también señalan la responsabilidad de los vendedores y piden que se tomen acciones legales contra ellos.