Rodrigo Aguilar Martínez, obispo de la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas, en conferencia de prensa dijo que no ha tenido ninguna información oficial de parte de la Fiscalía sobre el caso del asesinato del Padre Marcelo. "Tenemos paciencia y esperamos que se haga una investigación cuidadosa conforme a la verdad y justicia, pero hasta este momento no tenemos información por parte de la Fiscalía sobre el caso del sacerdote".
Mientras tanto, el sacerdote José Filiberto Velázquez Florencio, del Centro Minerva Bello de Chilpancingo Guerrero, mencionó que el caso está en la etapa de investigación complementaria, en donde una persona ha sido vinculada a proceso y hay dos órdenes de aprehensión sin ejecutar. Aseguró que la Diócesis está pendiente del caso y que hay que esperar.
La tarde de este domingo, ambos, en conferencia al término de la marcha-peregrinación del pueblo creyente en San Cristóbal de Las Casas, afirmaron que, "sabemos quiénes son, pero no podemos revelar el nombre. Esperamos que la Fiscalía pronto retome las investigaciones y las órdenes de aprehensión sean ejecutadas desde un juez federal".
“Hemos sido hostigados durante el proceso de recolección de pruebas, en especial de video. Intentaron acceder a un vehículo de uno de los abogados en Tuxtla Gutiérrez, es un acto de intimidación. No sabemos de quién. Se está trabajando con el mecanismo de protección a defensores y periodistas; estarán unos días en San Cristóbal para analizar el caso de la familia del padre y garantizar su protección, así como la de las personas que trabajaban con él", señalaron.
Agregaron que se han entrevistado con otras personas cercanas al párroco Marcelo, por lo que surgen varias líneas de investigación, enfatizando que se debe respetar el debido proceso para poder llegar hasta los autores intelectuales del asesinato.
Miguel Ángel Montoya, quien estuvo en la conferencia de prensa, responsable de la Vicaría de Paz y Justicia de la Diócesis de San Cristóbal, comentó que a partir del asesinato del párroco ha sido complicado ejercer la labor en la Diócesis de esta ciudad, ya que se ha reportado mucha movilización de personas con los rostros cubiertos en vehículos y motocicletas, lo cual es preocupante.
"Es un fuerte riesgo ejercer la labor. El nivel de inseguridad en San Cristóbal y Chiapas se ha incrementado, y no solo para quienes ejercen una labor ministerial, sino para todos los que vivimos aquí. Estamos en riesgo; la invitación es un llamado a las autoridades del estado y federal para que puedan ofrecer una garantía de seguridad, no solo para la iglesia, sino para todos los habitantes", concluyó.
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