En San Cristóbal de las Casas existen más de 400 reductores de velocidad entre boyas y topes, instalados en diferentes calles, avenidas en los distintos cuadrantes, algunos fueron instalados por necesidad y otras solo cumplen la función de estorbar la circulación vial.
La mayoría de los topes y boyas han sido instalados por los propios vecinos, organizaciones, esto con la excusa de impedir que los vehículos transiten a alta y salvaguardar la seguridad del peatón pues se han registrado varios accidentes de tránsito donde han salido personas lesionadas así como pérdidas humanas.
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La minoría de los habitantes de la ciudad han respetado a las autoridades, porque ellos han solicitado a través de tránsito municipal la instalación de los reductores de velocidades en vialidades de algunas colonias o enfrente de algunas escuelas, esto con la finalidad de salvaguardar la integridad de los alumnos.
Sin embargo, ante esta situación, varios choferes de transporte público han levantado la voz quejándose de estos, porque señalan que a la larga terminan dañando los ejes de los vehículos, las llantas o el motor por los constantes frenones que dan y con el tiempo las unidades empiezan a tener detalles.
La población señala que esto es por seguridad de los transeúntes y que no les importan los vehículos se dañan al pasar en los topes, porque para ellos lo primero es la seguridad de la gente y que solamente así los automovilistas puedan respetar las calles y avenidas.
Al respecto, muchas personas se niegan a hablar por temor de los mismos representantes de cada colonia o barrio, porque existe un acuerdo de no dar todo tipo de información sobre los topes.