El prelado de la Diócesis, Jaime Calderón destacó que el proyecto Global de Pastoral que han impulsado los obispos de México mira y analiza el fenómeno de la migración, por tal motivo la iglesia católica mantiene la atención ordenada y digna a todos aquellos hermanos migrantes que abandonan su país de origen en busca de mejores oportunidades de vida.
Expresó a través de la lectura dominical que uno de los dramas de nuestro tiempo y del fenómeno globalizador es la migración forzada de millones de seres humanos que ha obligado a muchos hermanos a dejar su pueblo y su cultura.
Dijo que todo ello deriva en pobreza, violencia, falta de oportunidades, rechazo racial, político y religioso, desintegración familiar, trata de personas, necesidad de refugio, constitución de nuevas familias, soledad, desarraigo y una vulnerabilidad jurídica ante su situación de inmigrantes indocumentados.
Monseñor Jaime Calderón también hizo el llamado a los padres de familia para que esta época de receso escolar, aproveche este tiempo en casa a los niños y jóvenes para usar la basura orgánica en la creación de una composta y emplearla como abono orgánico en el cultivo de plantas comestibles y árboles frutales.
Destacó que parte del cuidado de la casa común, es aprender a dividir y aprovechar lo que se pueda de la basura orgánica e inorgánica. Pero más importante es vivir lo mejor que se pueda sin tirar basura, aseveró.
“Durante este momento de vacaciones es importante aprovechar el tiempo para fortalecer los lazos familiares y las costumbres cristianas. La tecnología y los medios de comunicación han aportado mucho a nuestra sociedad, pero algunos los hemos incorporado tanto a la vida ordinaria que hemos dejado a un lado las relaciones humanas, fraternas y solidarias”.
En la Diócesis de Tapachula los migrantes son el rostro concreto en el que podemos hacer operativa la ayuda que Dios nos pide en el Evangelio de hacer algo por el prójimo.
JAIME CALDERÓN
OBISPO DE TAPACHULA
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