Luego de las restricciones en diversos espacios del parque central Miguel Hidalgo, aseadores de calzado han resentido un duro golpe económico en sus bolsillos, ya que tras estas medidas implementadas por las autoridades ante el incremento de casos de Covid- 19, sus ingresos se han desplomado drásticamente.
En representación de los aseadores de calzado, Arturo Estrada Pérez, afirmó que en los recientes sus ingresos han disminuido en más del 60 por ciento, cuya agrava la crisis económica que viven sus familias, por lo que les es imposible llevar el sustento diario y cubrir sus necesidades básicas.
Dijo que antes de la pandemia sus ingresos diarios oscilaban entre los 150 a 200 pesos y ahora apenas logran obtener entre 80 y 100 pesos por más de 8 horas de trabajo, ya que en los recientes días son muy pocos los clientes que llegan a lustrar sus calzados.
Señaló que en el color verde del semáforo epidemiológico habían comenzado a tener una ligera recuperación económica, pero presentar un incremento de casos de Covid-19, las cosas han comenzado a empeorar, lo cual les preocupa, ya que esta es su única fuente de ingresos desde hace más de 30 años.
Por su parte, Wilver Velázquez, reconoció que ante la caída de sus ingresos, muchos de sus compañeros han decidido abandonar el oficio de aseador de calzado y se han visto obligados a buscar otro empleo, ya que muchos tienen familias e hijos y por lo tanto tienen que llevar el sustento diario, ya que de 35 personas que integraban este grupo ahora solo quedan aproximadamente 15.
Puntualizó que los aseadores de calzado tienen las mismas necesidades que cualquier otra persona, tienen que llevar el alimento, cubrir los gastos escolares de sus hijos, cubrir gastos de agua y energía eléctrica, lo cual se les hace imposible de cubrir con ingresos de sólo 80 pesos diarios.
Para finalizar pidió a las autoridades de los tres órdenes de gobierno les brinden los apoyos necesarios, ya que suman más de 10 meses que llevan con restricciones por la pandemia, han sido abandonados y no han recibido la ayuda necesaria, ni con créditos económicos ni con despensas.