A partir del próximo domingo 5 de septiembre en la Iglesia de San Agustín ubicada en el centro histórico de Tapachula se empezarán a oficiar una misa en idioma Creole haitian (criollo haitiano) y dos misas durante la semana, informó personal de la parroquia y de la Diócesis.
Por su parte la Comisión Episcopal de Pastoral Social de la pastoral de movilidad humana informó que estas acciones son parte del acompañamiento a la población migrante de ese país.
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Asimismo informaron que la congregación de los misioneros Scalabrinianos ha puesto a disposición dos religiosos, entre los cuales, un sacerdote haitiano será quien celebre la misa, además que han buscado la vinculación con la embajada de Haití en México para atender a la población migrante
La comisión Episcopal de la Pastoral Social envió en esta semana una carta a las autoridades federales en la que expresa su preocupación por la reactivación del protocolo de protección a migrantes (MPP) conocido como quédate en México.
Esto derivado de la orden de la Corte Suprema de Estados Unidos, que afecta profundamente los derechos humanos de las personas solicitantes de asilo en Estados Unidos que los obliga a a esperar la resolución correspondiente en la frontera entre México y Estados Unidos, lo que las coloca en situaciones de vulnerabilidad y peligro que ponen en riesgo su vidas integridad física y emocional y espiritual.
El llamado de este organismo episcopal al gobierno de México es a mantener su postura que si bien sea respetuosa debe ser firme y clara y de absoluto rechazo ante la intención de reactivar el programa quédate en México.
Reconocieron que existe una crisis profunda en la frontera sur de México, en particular en Tapachula, con miles de personas provenientes del triángulo norte de Centroamérica y el número considerable de personas de Haití que esperan resolver su situación jurídica en el hacinamiento, con falta de medidas de higiene, comida, insumos básicos, y la lentitud de las resoluciones de parte del INM.
Puntualizaron también que los albergues, casas del migrantes y comedores para migrantes están saturados y los esfuerzos de las iglesias locales de la Diócesis son rebasadas ante la falta de una clara política migratoria, planeación, estrategia y escasos o nulos recursos del gobierno federal
Agregaron la preocupación porque se impida salir de la frontera sur a quienes ya tienen una resolución favorable de su legal estancia en México y libre tránsito por el territorio nacional, lo que afecta tanto a migrantes como a la población local
Finalmente reconocieron la solidaridad y apoyo humanitario con los migrantes y pidieron a Dios para que ilumine a los gobernantes para que tomen decisiones justas y cada vez más humanitarias sin distinción de su origen y su condición migratoria.
