Ocozocoautla.- A pesar de las preocupaciones generadas por el incidente ocurrido en la vía carretera que conecta esta ciudad con Tuxtla Gutiérrez, la actividad cotidiana en Ocozocoautla no se vio afectada. Las escuelas tuvieron clases normales, los establecimientos abrieron como de costumbre y la gente salió a trabajar sin contratiempos.
La tarde del martes, la falta de información precisa sobre lo sucedido en la carretera generó preocupación entre varias familias. Especialmente porque muchos ciudadanos trabajan o estudian en Tuxtla Gutiérrez y a esa hora, cuando ocurrió el secuestro de los trabajadores de la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana (SSPyPC), es cuando muchos viajan de regreso a casa.
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Algunos usuarios del transporte público que no estaban al tanto de la situación se sorprendieron al ver a numerosos oficiales de distintas corporaciones ubicados entre el kilómetro 129 y 130, donde se llevó a cabo el secuestro.
A raíz de esto, surgieron especulaciones sobre un posible enfrentamiento, e incluso se mencionaron tiroteos en las redes sociales. Muchos habitantes tomaron precauciones y optaron por quedarse en Tuxtla, mientras que otros eligieron tomar la ruta del nuevo libramiento sur para evitar la zona donde estaban los soldados y así llegar a sus hogares.
Sin embargo, la mañana del miércoles transcurrió con total normalidad. Aunque se mencionaba el incidente en las conversaciones cotidianas, se consideraba como un hecho aislado que ocurrió en los alrededores de Ocozocoautla, en un camino carretero, y no directamente con personas de esta ciudad.
Ante un riesgo menor, las instituciones educativas decidieron continuar con sus labores habituales, y los establecimientos comerciales de diversas zonas del municipio abrieron en su horario regular.
Es importante mencionar que el operativo que se llevaba a cabo en la zona del crucero del IMSS en el libramiento sur fue retirado esta mañana, ya que no se encontraron elementos de ninguna corporación en el lugar.
Aunque se intentó obtener opiniones de comerciantes, empresarios y ciudadanos, muchos optaron por no hacer declaraciones, coincidiendo en que se trataba de un asunto entre policías y miembros de algún grupo armado que debe ser resuelto por la Fiscalía.