Las organizaciones sociales, indígenas y campesinas, esperan un resurgir del campo con los gobiernos federal y estatal de izquierda, lo que no se desea es la persecución, represión y avasallamiento, sino que realmente se cumpla con el proyecto alternativo que se planteó para la nación, donde la justicia social, sea una realidad, expuso Víctor Manuel Pérez López.
El Secretario general de la Coalición de Organizaciones Autónomas Populares Independientes, explicó que las organizaciones sociales han abonado la tierra con la sangre derramada, particularmente de 1960 a la fecha; no se quieren más muertes, las luchas de las izquierdas han valido la pena para tener ahora los gobiernos federal y estatal, sólo faltan resultados.
Recordó que este 25 de julio se cumplen 25 años del homicidio del líder social Agustín Rubio Montoya, miembro de la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos, en el marco del proceso electoral de 1994, para la sucesión de la gubernatura; sin embargo, las investigaciones no dejaron satisfecho a nadie.
Pérez López sostuvo en entrevista que a más de dos décadas aún hay insatisfacción para las organizaciones de izquierda. Se dijo que se trató de un accidente de tránsito entre Arriaga y Tonalá, pero no se sustentó; prevaleció y prevalece la impunidad, como en muchos otros casos.
Ostentó que ha habido muchos caídos en la lucha por la transformación, los que ofrendaron su vida y derramaron sangre en la búsqueda de la misma, líderes sociales abonaron la tierra para tener lo que hoy se tiene a nivel nacional y estatal; se cree que se trata de un avance sustantivo la llegada de los gobiernos de la izquierda.
La lucha de las izquierdas, reiteró, viene desde mucho tiempo atrás, desde 1960, entre los cabecillas emblemáticos que perdieron la vida están: Andulio Gálvez, Sebastián Pérez Núñez, Arturo Albores, Roberto Hernández Paniagua y Luis Hernández Cruz, ahí se circunscribe la masacre de Acteal de 1997 y el movimiento zapatista de 1994.
De acuerdo con el dirigente, de los 7.3 millones de hectáreas, el 60 por ciento es propiedad social y la aspiración es que los gobiernos de las izquierdas, federal y estatal, logren el rescate, que las tierras en manos del campesinado vuelvan a ser rentables, se garantice la soberanía alimentaria, la producción den los 35 municipios más pobres y precios justos para la producción.
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