Las comunidades pesqueras que operan en el embarcadero de Chiapa de Corzo, dentro del Parque Nacional Cañón del Sumidero, se encuentran preocupadas por la negativa influencia del pez diablo en sus actividades y economía local. Este pez invasor ha provocado pérdidas materiales y económicas significativas para los pescadores de la región.
El pez diablo, conocido por su peculiar forma y comportamiento voraz, está ocasionando serios problemas en la pesca local. Los pescadores han reportado que este pez es capaz de romper las redes de pesca en repetidas ocasiones, lo que supone un gasto adicional para ellos, ya que deben reemplazar sus herramientas de trabajo constantemente.
Recientemente, en el embarcadero de Chiapa de Corzo, se ha registrado nuevamente la aparición del pez diablo, una especie que había sido vista con anterioridad, pero que había disminuido en número en la zona. Su repentina presencia ha generado preocupación entre los pescadores, quienes temen que su proliferación afecte aún más sus actividades de pesca.
Ante esta problemática, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) ha manifestado estar en una fase de monitoreo e investigación. Existe la inquietud de que el pez diablo pueda representar un riesgo para otras especies nativas presentes en el Área Natural Protegida, lo que podría afectar el delicado equilibrio ecológico de la región.
Cabe destacar que el Parque Nacional Cañón del Sumidero alberga una diversidad biológica rica y única, con 68 especies de plantas, 77 especies de peces, 10 anfibios y reptiles, 30 especies de aves y 16 especies de mamíferos. Sin embargo, la presencia de especies exóticas, como el pez diablo, representa una amenaza para la biodiversidad y la sostenibilidad del ecosistema.
Los pescadores locales expresan su preocupación ante la posible disminución de las especies nativas de peces en el parque debido a la competencia y depredación ejercida por el pez diablo. Exhortan a las autoridades competentes a brindarles apoyo y asistencia para enfrentar esta problemática, ya que erradicar completamente a esta especie invasora es una tarea desafiante.
En conclusión, la percepción negativa de las comunidades pesqueras sobre el impacto del pez diablo es una señal de alarma para la conservación y preservación del Parque Nacional Cañón del Sumidero. La colaboración entre autoridades, expertos en conservación y pescadores es fundamental para buscar soluciones sostenibles que protejan la riqueza natural y cultural de la región.
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