Desaparecer el Consejo Nacional para la Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) o trasladar sus funciones al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) es posible, aunque “no es lo óptimo”, desde la perspectiva del investigador de la Escuela Bancaria y Comercial (EBC), Campus Chiapas, Óscar Isaac Barajas Velasco.
Dijo que el Coneval tiene un papel muy importante para el diseño, implementación y rendición de cuentas de las políticas públicas, especialmente de las relacionadas con el desarrollo social y específicamente con el combate a la pobreza, mientras que el Inegi “tiene otra razón de ser”, es decir, “otro espíritu de creación”.
“Prácticamente para hacer algo de ese tipo tendría que reformarse el decreto de creación de ambos organismos, obviamente un decreto de extinción del Coneval y obviamente tratar de incorporar sus funciones al Inegi”, afirmó.
Aseveró que esos planteamientos forman parte del embate que el gobierno federal que encabeza Andrés Manuel López Obrador efectúa contra los organismos autónomos independientes, es decir, de aquellas instituciones que no están subordinadas y/o supervisadas por el Poder Ejecutivo.
A ello hay que agregar que por lo general a las autoridades no les agrada “el tolerar la crítica y que la debilidades de un programa sean ventiladas”. López Obrador arremetió contra el Coneval apoyándose en el respaldo popular con el que llegó a la Presidencia de la República, acotó.
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Para el también vocal de la asociación civil “Por Chiapas. Doctores en Administración Pública”, esa instancia en lugar de debilitarse debe fortalecerse para que tenga injerencia directa en la política de desarrollo social federal. Hay que otorgarle “dientes” para que los programas sociales que no cumplan con los objetivos sean suspendidos, cosa que no pasa porque hoy el Consejo no pasa de la formulación de recomendaciones.
Además, la confiabilidad de la información es fundamental para la planeación, implementación y evaluación de las políticas públicas, así como para la ciudadanía y la academia. En muchas ocasiones el Coneval trabaja con los datos del Inegi, pero a diferencia del segundo el Inegi toma esos datos para “correlacionarlos, medirlos, validarlos, ordenarlos de forma que nos dé una mejor imagen para entender la realidad”. La dependencia no debe debilitarse sino empoderarse, más cuando estamos en momentos en los que “no somos capaces de construir contrapesos políticos y sociales suficientes”, puntualizó.
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