De los trabajadores afiliados al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), las cifras que los gobiernos usan como parámetro en materia de creación de puestos laborales, representan en conjunto sólo 11 por ciento de la gente ocupada en el estado. Además, las actividades de gobierno acaparan buena parte de esas plazas formales. Por si fuera poco, no hay certeza de que los pocos empleos generados sean consecuencia de la nueva política sexenal.
El IMSS informó que durante el primer trimestre del año la entidad tuvo un promedio de 222 mil 778 empleados cotizantes. Representó un alza de apenas un punto porcentual en comparación con los 220 mil 357 existentes en el mismo periodo de 2018.
A estas alturas es prematuro afirmar que esos nuevos puestos laborales fueron derivados de las acciones de las nuevas autoridades. Si bien en Chiapas el cierre de negocios no es masivo, por la situación en la que estamos reducen su capacidad operativa, aseveró el síndico del contribuyente del Consejo Coordinador Empresarial local (CCE), Néstor Gabriel López López.
De las plazas registradas ante el Instituto en el estado, 199 mil 776 eran permanentes, es decir, 88 por ciento del total, mientras que 21 mil 257 eran eventuales, igual a 12 por ciento del global. Los empleados dados de alta representan sólo 11 por ciento de la población ocupada de la entidad. Significa que en Chiapas 88 por ciento de los trabajadores está en la informalidad, no tiene seguridad social y/o ejerce ese derecho en otro sistema público o privado.
El escenario es más grave de lo que aparenta, pues la segunda rama con más puestos laborales inscritos en el IMSS son tareas legislativas, gubernamentales y de impartición de justicia, es decir, toda corresponden al sector público. Además, hay sectores privados en los que los datos no son confiables como en la construcción, giro en el que es común la violación a la legislación laboral y que es la cuarta rama con más plazas cotizantes en la dependencia, opinó la docente de la Escuela Bancaria y Comercial (EBC), Campus Chiapas, Elena García Aguilera.
Para la entidad, según la académica, es apremiante que la iniciativa privada (IP) adquiera más protagonismo en la creación de empleos, pues las plazas en ese sector son las únicas que contribuyen a la generación de riqueza. La burocracia aporta poco o nada a la productividad.
Si la vocación económica del estado es agropecuaria, el mayor número de fuentes de trabajo dado de alta en el Instituto -que son aquellos que tienen algún grado de formalidad- debería provenir de esas actividades, aseguró.
Para que eso suceda, de acuerdo con el también docente de la EBC Chiapas, Luis Manuel Pérez Cruz, Chiapas debe esperar un poco más, pues el clima de negocios en la entidad aún no es favorable para la inversión.
“El Estado debe trabajar fuertemente sobre esa coyuntura, generar verdaderamente un Estado de derecho y a partir de ahí incentivar, motivar a que vengan las inversiones privadas”, puntualizó.