En el barrio de San Roque en la cuarta calle oriente esquina con tercera avenida sur en Tuxtla Gutiérrez sigue la inconformidad por la propuesta de remodelación del parque, un lugar emblemático, a la vez, atrio del templo parroquial de San Roque y San Bartolomé.
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En las grandes se han colocado lonas sobre el pasamanos en la que el Comité de Acción Ciudadana y Vecinos del Parque San Roque exige a la presidencia municipal de la capital consulta pública efectiva para la remodelación de nuestro parque con base en el artículo 74 de la Ley General de Asentamientos Humanos.
En parque consiste en una cancha de usos múltiples, a su alrededor cuenta con gradas, pasamanos en cuatro de sus esquinas, así como en el acceso principal a la zona de árboles de la plaza y atrio del templo parroquial San Roque y San Bartolomé en el centro de Tuxtla Gutiérrez.
En la parte alta, en el extremo sur de la cancha de ubican oficinas de Centro Cultural Comunitario San Roque, que ya fue desalojado, el módulo de la policía municipal, la biblioteca pública municipal profesor José Braulio Sánchez Constantino, que también fue desalojada.
Los supuestos responsables del proyecto de remodelación también querían desalojar a los elementos de la policía municipal del módulo ahí existente pero no ha sido posible y los habitantes del barrio quieren que el municipio les de la cara y se someta a consulta la propuesta.
La presidenta del barrio de San Roque, Patricia Ovilla, cuenta que existe la amenaza de derribar los árboles del actual parque de San Roque, en la entrada de la privada de la quinta oriente para subir al templo de San Roque habría una cafetería, desaparecerían los bosques actuales de la plaza, las oficinas públicas municipales actuales y se tirarían los árboles en la lado norte de la cancha para ser base del domo sobre la cancha.
Hace unos días llegaron a la plaza supuestos constructores enviados por la Secretaria de Obras Públicas del gobierno del estado, Claudia Vaca Esquinca, para iniciar los trabajos, acciones que la protesta las ha detenido, en todo caso que remodelen las jardineras, que restauren el piso, que eviten la construcción del domo, que no se afecte el atrio del templo de San Roque y San Bartolomé y que no se tire ni un solo árbol.
En todo caso, dice, que se repare el piso, que se arreglen los andadores, no justifica la supuesta propuesta de inversión de 15 millones de pesos, de los que supuestamente habrían adelantado el 30 por ciento a los constructores, obra de la que la presidencia municipal se lava las manos, aunque debe autorizar el permiso para derribar árboles, tendrán que pedir permiso al Instituto Nacional de Antropología e Historia, porque supuesto daño a la fachada del te lo parroquial de San Roque y San Bartolomé.
La intención es cerrar el espacio público y negar el acceso a quienes ahí vive, al acceso al templo parroquial de San Roque y San Bartolomé perteneciente a la Arquidiócesis de Tuxtla Gutiérrez.
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