/ sábado 29 de junio de 2019

China presume "fábrica" de futuros dirigentes

El colegio es el centro de estudio más misterioso  del país y ahí se forja a los estudiantes para ocupar los más altos cargos; Xi Jingping egresó del instituto

PEKÍN. Una "fábrica" de futuros dirigentes. La Escuela Central del Partido Comunista es probablemente el centro escolar más misterioso de China, donde sus estudiantes son funcionarios que acceden a los más altos cargos.

La Escuela del Partido, por lo general muy discreta, abrió sus puertas excepcionalmente el miércoles a los medios de comunicación extranjeros, para una visita muy estructurada, en la que se dejó poco espacio al azar.

La enseñanza se apoya en las mejores fuentes: en un aula, en un video proyectado sobre una gran pantalla, Xi Jinping proclama que "las aguas claras y las montañas verdes son tan preciosas como las montañas de oro y plata". Los alumnos escuchan con devoción las palabras del presidente. La clase versa sobre "El pensamiento de Xi Jinping y la civilización ecológica".

El actual presidente fue director de la escuela antes de tomar las riendas del gobierno, siguiendo los pasos de su predecesor, Hu Jintao. Inclusive, Mao zedong ocupó ese mismo cargo antes de la fundación de China comunista, en 1949.

En homenaje a esta prestigiosa herencia, los espacios verdes del campus, situado en el norte de Pekín, están ornados con estatuas de exlíderes e inscripciones con consignas políticas.

Este establecimiento fundado en 1933, acoge cada semestre a unos 1.600 estudiantes, con una media de 40 años de edad. Todos ya ocupan cargos en el aparato del régimen, como es el caso de un portavoz de la diplomacia al que reconoció un periodista de la AFP. Pero, ninguno de los estudiantes estaba autorizado a conversar con la prensa.

"A través de la educación teórica y cultivar el espíritu del Partido, reforzamos la solidaridad dentro de éste. Estamos aquí para servir a la gobernanza del Partido y del país", explica el vicedirector de Asuntos Académicos de la Escuela, Wang Gang.

TEMAS TABÚES

El programa de la formación: cursos sobre marxismo-leninismo, el pensamiento de Mao Zedong o la Teoría de Deng Xiaoping, artífice de las reformas económicas de fines de los años 1970, que iniciaron el deslumbrante despegue económico del país. Pero, también se ahonda en la economía, cuestiones militares e internacionales.

Las faltas a clase no están autorizadas sin una causa justificada y la disciplina es rigurosa en el campus, según los medios de comunicación chinos.

Desde que llegó al cargo en 2012, Xi ha fortalecido considerablemente la influencia del Partido Comunista Chino (PCC) en la sociedad, lo que se refleja en la pedagogía de la Escuela.

"Evidentemente, prohibimos cualquier discusión sobre temas que refuten las principales decisiones de los líderes", reconoce Wang.

Sin embargo, afirma, en los cursos "también hablamos de la Revolución Cultural y del incidente de Tiananmen, para comprender mejor la historia y elegir el camino más adecuado a seguir".

La "Revolución Cultural", un largo periodo de caos que puso al país al borde de la guerra civil a partir de 1966, y la represión sangrienta de las manifestaciones en la Plaza de Tiananmen, en Pekín en 1989, aún son temas tabúes, muy censurados en todo el país.

Ante el peso de la historia, el PCC actualmente fundamenta su legitimidad en el desarrollo económico del país, convertido en pocas décadas en la segunda economía mundial.

"Constatamos un interés creciente" entre los jóvenes por el Partido", señala Zhu Lingjun, responsable adjunto a cargo de la reflexión sobre la evolución del PCC en la Escuela.

El establecimiento, en otra época "aislado del mundo" y cerrado sobre sí mismo, ofrece actualmente más oportunidades a sus profesores de viajar al extranjero en el marco de intercambios, según la prensa china.

También recibe visitantes extranjeros de relieve, como la canciller alemana Angela Merkel, el exsecretario de Estado estadounidense, Henry Kissinger, o el ex secretario general de la ONU, Ban Ki-moon. Y, los cursos están en sintonía con la actualidad, tratando, por ejemplo, la guerra comercial con Washington.

"Las economías de China y Estados Unidos son muy complementarias, y el enfoque adoptado por la administración Trump, de aplicar sanciones y más aranceles aduaneros, sólo lograrán exacerbar los problemas ya existentes", destacó Yu Jun, vicedecano del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, interviniendo en la Escuela del PCC.

"Con Internet y la inteligencia artificial, la manera de pensar de las generaciones más jóvenes está cambiando", afirma Zhu. "Debemos reflexionar sobre nuevas formas cómo relacionarnos con estas generaciones nuevas", añade.


PEKÍN. Una "fábrica" de futuros dirigentes. La Escuela Central del Partido Comunista es probablemente el centro escolar más misterioso de China, donde sus estudiantes son funcionarios que acceden a los más altos cargos.

La Escuela del Partido, por lo general muy discreta, abrió sus puertas excepcionalmente el miércoles a los medios de comunicación extranjeros, para una visita muy estructurada, en la que se dejó poco espacio al azar.

La enseñanza se apoya en las mejores fuentes: en un aula, en un video proyectado sobre una gran pantalla, Xi Jinping proclama que "las aguas claras y las montañas verdes son tan preciosas como las montañas de oro y plata". Los alumnos escuchan con devoción las palabras del presidente. La clase versa sobre "El pensamiento de Xi Jinping y la civilización ecológica".

El actual presidente fue director de la escuela antes de tomar las riendas del gobierno, siguiendo los pasos de su predecesor, Hu Jintao. Inclusive, Mao zedong ocupó ese mismo cargo antes de la fundación de China comunista, en 1949.

En homenaje a esta prestigiosa herencia, los espacios verdes del campus, situado en el norte de Pekín, están ornados con estatuas de exlíderes e inscripciones con consignas políticas.

Este establecimiento fundado en 1933, acoge cada semestre a unos 1.600 estudiantes, con una media de 40 años de edad. Todos ya ocupan cargos en el aparato del régimen, como es el caso de un portavoz de la diplomacia al que reconoció un periodista de la AFP. Pero, ninguno de los estudiantes estaba autorizado a conversar con la prensa.

"A través de la educación teórica y cultivar el espíritu del Partido, reforzamos la solidaridad dentro de éste. Estamos aquí para servir a la gobernanza del Partido y del país", explica el vicedirector de Asuntos Académicos de la Escuela, Wang Gang.

TEMAS TABÚES

El programa de la formación: cursos sobre marxismo-leninismo, el pensamiento de Mao Zedong o la Teoría de Deng Xiaoping, artífice de las reformas económicas de fines de los años 1970, que iniciaron el deslumbrante despegue económico del país. Pero, también se ahonda en la economía, cuestiones militares e internacionales.

Las faltas a clase no están autorizadas sin una causa justificada y la disciplina es rigurosa en el campus, según los medios de comunicación chinos.

Desde que llegó al cargo en 2012, Xi ha fortalecido considerablemente la influencia del Partido Comunista Chino (PCC) en la sociedad, lo que se refleja en la pedagogía de la Escuela.

"Evidentemente, prohibimos cualquier discusión sobre temas que refuten las principales decisiones de los líderes", reconoce Wang.

Sin embargo, afirma, en los cursos "también hablamos de la Revolución Cultural y del incidente de Tiananmen, para comprender mejor la historia y elegir el camino más adecuado a seguir".

La "Revolución Cultural", un largo periodo de caos que puso al país al borde de la guerra civil a partir de 1966, y la represión sangrienta de las manifestaciones en la Plaza de Tiananmen, en Pekín en 1989, aún son temas tabúes, muy censurados en todo el país.

Ante el peso de la historia, el PCC actualmente fundamenta su legitimidad en el desarrollo económico del país, convertido en pocas décadas en la segunda economía mundial.

"Constatamos un interés creciente" entre los jóvenes por el Partido", señala Zhu Lingjun, responsable adjunto a cargo de la reflexión sobre la evolución del PCC en la Escuela.

El establecimiento, en otra época "aislado del mundo" y cerrado sobre sí mismo, ofrece actualmente más oportunidades a sus profesores de viajar al extranjero en el marco de intercambios, según la prensa china.

También recibe visitantes extranjeros de relieve, como la canciller alemana Angela Merkel, el exsecretario de Estado estadounidense, Henry Kissinger, o el ex secretario general de la ONU, Ban Ki-moon. Y, los cursos están en sintonía con la actualidad, tratando, por ejemplo, la guerra comercial con Washington.

"Las economías de China y Estados Unidos son muy complementarias, y el enfoque adoptado por la administración Trump, de aplicar sanciones y más aranceles aduaneros, sólo lograrán exacerbar los problemas ya existentes", destacó Yu Jun, vicedecano del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, interviniendo en la Escuela del PCC.

"Con Internet y la inteligencia artificial, la manera de pensar de las generaciones más jóvenes está cambiando", afirma Zhu. "Debemos reflexionar sobre nuevas formas cómo relacionarnos con estas generaciones nuevas", añade.


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