A las 4:00 de la madrugada del lunes, una carrosa arribó a la colonia agrícola ganadera Emiliano Zapata trayendo el cuerpo de Brenda Orquídea Matuz Chacón, elemento militar que fue encontrada en una presa, luego de dos días de desaparecida.
La referida tenía poco menos de un año que haber alcanzado alta en la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), pertenecía a la 31 zona militar campo 31-E, con sede en Chicoasén.
Después de que fue trasladada a su tierra natal, diversos medios de comunicación (nacionales, estatales y plataformas digitales) arribaron a la colonia para expresar las condolencias a la familia y para saber lo que realmente pasó.
Jesús Matuz Montesinos, padre de Brenda, dijo que la noche del viernes le avisaron del batallón que su hija estaba desparecida, y el sábado temprano en compañía de sus familiares se fueron a ese lugar para entrevistarse con el teniente coronel -se desconocen sus generales- y sólo le dijeron que su hija estaba faltando.
“Les pregunté que si había pasado algo y ellos me dijeron que el jueves salió franco y con tres compañeros más (dos hombres y una mujer), se fueron a una palapa a comer, luego regresaron al batallón y posteriormente se aproximaron al embarcadero donde fue vista platicando con un capitán (se ignoran los generales); más tarde al ver que mi hija no estaba, a ese capitán le preguntaron dónde estaba y no decía nada”, dijo su progenitor.
El papá mencionó que nadie algo de su hija acudió a la Fiscalía General del Estado a interponer una denuncia por desaparición para que a ver si así alguien la buscaba porque los soldados simplemente decían que nada sabían de ella.
“Después de que apareció, me dijeron que al parecer hay cuatro militares en calidad de presentados, que declaran para saber la verdad de lo que sucedió, si alguien la aventó al agua o si la golpearon y luego quisieron hacer creer que se había ahogado, ya que hasta hoy, (ayer) no sabemos qué pasó realmente”, manifestó.
Exigió a las autoridades chiapanecas y al secretario de la Defensa Nacional que la muerte de su hija no quede impune, se castigue al o los culpables y no sólo pase a ser estadística de una muerta más en Chiapas.
La chica fue velada en su casa y luego mucha gente la acompañó al panteón de la misma colonia donde será su última morada.