/ lunes 4 de febrero de 2019

Y sin saberlo… era la última foto familiar

Un terrible choque provocado por una inconsciente dama que viajaba bajo los influjos del alcohol  terminó con la vida de los miembros de una familia, entre ellos niños pequeños

A través de sus redes sociales, Rubiel Marín Martínez demostró su alegría, en algunas imágenes está en compañía de sus hijos donde degustan de una rebanada de pizza y, en la otra al lado de su pareja. Decidió dedicar ese domingo a sus seres queridos; alejarse unas horas de la carga laboral y disfrutar. Ese recuerdo sería el último, juntos, pues horas después sufrirían un fatal accidente que le costaría a él y a sus hijos la vida.

Durante el mediodía, Rubiel salió con su esposa, Sandra Edith Méndez Gutiérrez y en conjunto de sus pequeños, así como de otros parientes a bordo de un Chevrolet Astra verde (con placas de circulación DSV9967) del ejido Guadalupe Victoria situada entre Suchiapa y Villaflores.

La familia se dirigió a la ciudad capital para pasar una tranquila tarde y degustar de comida rápida, entre otros mandados. Al llegar al bulevar Belisario Domínguez, ingresaron a un negocio comercial y consumieron unas rebanadas de pizzas y refrescos; momento en que Rubiel y su cónyuge sacaron sus teléfonos celulares y capturaron unas instantáneas, donde almacenaron sus últimos recuerdos en las redes sociales.

En las fotos se observa a Rubiel con sus tres menores: Joel “N”, de cinco años de edad; Ligne “N”, de tres años, y Axel Darío “N”, de 10. Mientras que en otras, se ve a Sandra Edith, de 30, junto a sus sobrinas María Guadalupe y Karla María Gutiérrez, ambas de 18 años.



Luego de salir de la pizzería se sabe muy poco a dónde se dirigió Rubiel y compañía; lo cierto es que, durante la tarde regresaron a Guadalupe Victoria, y tomaron la carretera a Vllaflores, una vía peligrosa en la que, a lo largo de los años, se han suscitado múltiples accidentes carreteros.

Ahí, bajo la cortina del atardecer que se asemejaba a un sólo bloque infranqueable y en la profundidad de las montañas el cenit, como un testigo silencioso, se desplazaba la familia sobre la carpeta asfáltica.

Fugaz y caótico fue el instante en que la tragedia apresuró sus pasos antes de que la oscuridad le ganara terreno y se adueñara del día restante.

Una fémina circulaba en un Honda CR-V blanco (con láminas DSY-2608) a exceso de velocidad, al momento de invadir el carril contrario en una curva, donde colisionó de manera frontal contra el vehículo de Rubiel.

Nada pudo hacer Marín Martínez, trabajador de una empresa refresquera, para evitar lo ocurrido; el choque fue frontal y su auto terminó arrojado afuera del pavimento; él quedó recargado en la portezuela del automotor, mientras que sus vástagos dispersos en la carretera.

María y Karla aún estaban consientes y lograron ver a los niños, quienes fueron levantados por los automovilistas y apilados cerca de los vehículos siniestrados, en espera del apoyo de los equipos de emergencia.

“La responsable manejaba ebria y ella invadió el carril contrario”, comentaban los testigos que observaban de cerca la fatalidad.

Al arribar las ambulancias, logaron trasladar a Sandra, sus sobrinas y un menor, el cual horas después falleció en un nosocomio de la ciudad capital.



En tanto que, la salud de la presunta responsable aún es delicada y se espera que en las próximas horas se estabilice para que pueda dar su versión de los acontecimientos.

Los cuerpos de los fallecidos fueron llevados durante la tarde-noche del lunes a la colonia Guadalupe Victoria de Villaflores para ser velado y darles el último adiós.

A través de sus redes sociales, Rubiel Marín Martínez demostró su alegría, en algunas imágenes está en compañía de sus hijos donde degustan de una rebanada de pizza y, en la otra al lado de su pareja. Decidió dedicar ese domingo a sus seres queridos; alejarse unas horas de la carga laboral y disfrutar. Ese recuerdo sería el último, juntos, pues horas después sufrirían un fatal accidente que le costaría a él y a sus hijos la vida.

Durante el mediodía, Rubiel salió con su esposa, Sandra Edith Méndez Gutiérrez y en conjunto de sus pequeños, así como de otros parientes a bordo de un Chevrolet Astra verde (con placas de circulación DSV9967) del ejido Guadalupe Victoria situada entre Suchiapa y Villaflores.

La familia se dirigió a la ciudad capital para pasar una tranquila tarde y degustar de comida rápida, entre otros mandados. Al llegar al bulevar Belisario Domínguez, ingresaron a un negocio comercial y consumieron unas rebanadas de pizzas y refrescos; momento en que Rubiel y su cónyuge sacaron sus teléfonos celulares y capturaron unas instantáneas, donde almacenaron sus últimos recuerdos en las redes sociales.

En las fotos se observa a Rubiel con sus tres menores: Joel “N”, de cinco años de edad; Ligne “N”, de tres años, y Axel Darío “N”, de 10. Mientras que en otras, se ve a Sandra Edith, de 30, junto a sus sobrinas María Guadalupe y Karla María Gutiérrez, ambas de 18 años.



Luego de salir de la pizzería se sabe muy poco a dónde se dirigió Rubiel y compañía; lo cierto es que, durante la tarde regresaron a Guadalupe Victoria, y tomaron la carretera a Vllaflores, una vía peligrosa en la que, a lo largo de los años, se han suscitado múltiples accidentes carreteros.

Ahí, bajo la cortina del atardecer que se asemejaba a un sólo bloque infranqueable y en la profundidad de las montañas el cenit, como un testigo silencioso, se desplazaba la familia sobre la carpeta asfáltica.

Fugaz y caótico fue el instante en que la tragedia apresuró sus pasos antes de que la oscuridad le ganara terreno y se adueñara del día restante.

Una fémina circulaba en un Honda CR-V blanco (con láminas DSY-2608) a exceso de velocidad, al momento de invadir el carril contrario en una curva, donde colisionó de manera frontal contra el vehículo de Rubiel.

Nada pudo hacer Marín Martínez, trabajador de una empresa refresquera, para evitar lo ocurrido; el choque fue frontal y su auto terminó arrojado afuera del pavimento; él quedó recargado en la portezuela del automotor, mientras que sus vástagos dispersos en la carretera.

María y Karla aún estaban consientes y lograron ver a los niños, quienes fueron levantados por los automovilistas y apilados cerca de los vehículos siniestrados, en espera del apoyo de los equipos de emergencia.

“La responsable manejaba ebria y ella invadió el carril contrario”, comentaban los testigos que observaban de cerca la fatalidad.

Al arribar las ambulancias, logaron trasladar a Sandra, sus sobrinas y un menor, el cual horas después falleció en un nosocomio de la ciudad capital.



En tanto que, la salud de la presunta responsable aún es delicada y se espera que en las próximas horas se estabilice para que pueda dar su versión de los acontecimientos.

Los cuerpos de los fallecidos fueron llevados durante la tarde-noche del lunes a la colonia Guadalupe Victoria de Villaflores para ser velado y darles el último adiós.

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