La palabra macho se suele asociar a un hombre rudo, que no expresa sentimientos. Esa imagen la reforzó Clint Eastwood en películas como Gran Torino o El bueno, el malo y el feo. Y es la misma que ahora es replanteada en su nueva cinta.
Cry macho, la película 39 en su filmografía como director presenta a Mike Milo, una exestrella de rodeo con la misión de llevar a Rafo, un adolescente de 13 años, de México a Estados Unidos. En su camino, ambos descubren un nuevo significado sobre su formación como hombres y seres humanos.
“Rafo es un niño que tiene muy pegada la ideología de que un macho es un hombre sin sentimientos. Pero Mike le enseña que ser un macho no tiene nada que ver con si eres hombre, sino una buena persona. Se trata de respetar a una mujer, a un niño, a la naturaleza, nos enseña que nada tiene que ver con esto que pensábamos antes”, dice Eduardo Minett, que después de participar en programas de Televisa debuta en Hollywood con este papel.
Cry macho destaca por un elenco mexicano multiestelar. Además de Minett, la película tiene un reparto encabezado por Natalia Traven y Horacio García-Rojas, quien cuenta cómo a través de la película, Eastwood logró resignificar la imagen de este hombre inalcanzable para mostrar su vulnerabilidad, idea que se planteó en el set de filmación desde un inicio.
“Es importante que las películas hablen de esto. Sobre todo para los hombres que hemos hecho pedazos al planeta a partir de nuestra imposición de la cultura del patriarcado con la que hemos invisibilizado y silenciado a nuestras pares, las mujeres”.
Para la actriz Natalia Traven, “la frase que viene en el póster ‘una película sobre estar perdido para encontrarse’, nos habla de la amplia idea que plantea Clint de redención. Porque a uno como ser humano le llega un tiempo donde las inquietudes cambian, donde aceptas ser fuerte pero también vulnerable”.
El western filmado en Nuevo México estrena dos años después de El caso de Richard Jewell, la última película como director de Clint Eastwood.
