Tuxtla Gutiérrez.- El próximo 26 de mayo las personas desplazadas del ejido Puebla municipio de Chenalhó en los Altos de Chiapas, harán su tercer año viviendo en situación de desplazamiento forzado, son 238 personas indígenas tsotsiles, entre ellas más de 120 niños y niñas, de los cuales 9 han nacido durante su desplazamiento y 2, lamentablemente murieron.
El presidente de la asociación civil defensora de los derechos de los indígenas, Ku'untik, Diego Cadenas Gordillo, expuso que aquel 26 de mayo del 2016, el clamor ha sido de justicia, pero no se ha alcanzado, la lucha y la exigencia prevalece, lo que se ha negado en todo momento.
De acuerdo con el defensor, fueron desplazadas por órdenes de la entonces alcaldesa de Chenalhó, Rosa Pérez Pérez, por el Partido Verde Ecologista de México, por el tesorero del anterior cabildo y ahora presidente municipal de Chenalhó, Abraham Cruz Gómez, negándose a los indígenas sus derechos humanos y la justicia que la ley les asiste.
En este desplazamiento tuvo que ver la actucion del Congreso del Estado en el sexenio anterior, así como la secretaría General de Gobierno, con la adquisiciencia del entonces gobernador Manuel Velasco Coello, y hoy los desplazados viven en condiciones de indefensión, en espera de que el Estado mexicano los atienda.
No obstante, dijo Diego Cadenas, seguimos en pie de lucha, como nuestra lucha es justa, la procuramos alegre, esperamos que en algún momento se les otorgue la razón, la justicia y sus derechos humanos fundamentales, la aspiración es vivir en mejores condiciones posibles en favor de la infancia.
La lucha sigue, por ello, apuntó, pedimos al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador y al gobernador Rutilio Escandón Cadenas, la desarticulación del grupo armado de corte paramilitar que opera en el municipio de Chenalhó y que los desplazó, así como condiciones dignas y seguras para el retorno a su comunidad.