La Unidad de Salud Mental y Adicciones de la secretaría de Salud (SS) hace un llamado a la población a estar al pendiente de las conductas y d ellos hábitos de sus hijos, debido a que ha aumentado considerablemente el consumo de alcohol y sustancias prohibidas.

La psicóloga clínica Mayra Zulián López Aguilar, expone que el confinamiento por la pandemia del coronavirus, el estrés, la depresión y la ansiedad se están convirtiendo en un gran pretexto para elevar el consumo y la dependencia del alcohol, la mariguana y la cocaína.

Dijo que el consumo ni alivia los dolores, ni nos prepara para enfrentar la pandemia del Covid-19, el exceso en el abuso implica una debilidad e incapacidad para tolerar la frustración y enfrentar la realidad, los consumidores necesitan ayuda, la primera y la principal es la de sus padres.

Dos grandes comorbilidades que están causando un fuerte impacto en pacientes con Covid-19 en el estado son precisamente el alcohol y el tabaquismo, al grado que ha complicado la recuperación y han causado decesos, reiteró la especialista en adicciones.

Comentó que en estratos sociales más restringidos de acceso económico las sustancias de mayor consumo son el tiner y el resistol que matan millones y millones de neuronas en cada inhalación y los daños son irreversibles la mayoría de las veces.

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López Aguilar afirma que la droga legal de mayor consumo es el alcohol, de fácil acceso, pero su dependencia lleva de la mano a otra como la mariguana, que está ganando terreno en los adolescentes y jóvenes, entre 18 y 23 años es mayor el consumo, pero la edad de inicio ha bajado a los 12 años, niños son enganchados fácilmente.

En la medida en que se va elevado el consumo, se ha logrando el dar el cambio a otra sustancia, uno de los lazos que se ha deteriorado en las últimas generaciones es el familiar, la desintegración y la violencia intrafamiliar crece y ello se convierte en las condiciones necesarias y suficientes para la dependencia de las drogas, sustentó.

Cada problema en casa pone en peligro a un niño, adolescente y joven, la ausencia de tranquilidad y el acceso a un sustento aumenta la tensión, la frustración se incrementa y las drogas de fácil acceso se hacen indispensables, se hace más fácil comprar licor en vez de leche, añadió.