Las mujeres del triángulo norte de Centroamérica que migran de manera forzada ante la difícil situación socioeconómica que enfrentan en sus países de origen siguen siendo afectadas en México por la trata de personas, este riesgo no es nuevo, pero muchas aún y con ello deciden huir de sus ciudades natales, afirmó en entrevista Walda Barrios Cle Coordinadora del programa de estudios de genero y feminismo de la Facultad latinoamericana de ciencias sociales con sede en Guatemala.
Del cien por ciento, solo treinta por ciento son casos exitosos, el otro setenta por ciento se queda en Tapachula a trabajar en la prostitución y quizá un número menor en el servicio doméstico
Reveló, que existen investigaciones reales llevadas a cabo en Tapachula, que refieren como caen en las redes de trata de personas, las mujeres migrantes de Guatemala, Honduras, el Salvador y Nicaragua, mismas que no lograron llegar a los Estados Unidos, por lo que se quedan a ejercer el trabajo sexual.
Es muy mínimo el número de mujeres que se quedan a trabajar en el servicio doméstico. Las que se quedan a ejercer el trabajo sexual son las víctimas de trata, pero después de un tiempo ellas ya trabajan resignadas a la situación, es decir encontraron un ritmo de vida aun sin el más mínimo respeto a su dignidad humana, aseveró.
Entrevistada en el último día del IX congreso internacional género y migración organizado por la Universidad Autónoma de Chiapas en Tapachula, lamentó, que los trabajos de investigación sigan revelando que las mujeres migrantes que salen de su país en busca de mejores oportunidades de vida, sigan a padecer riesgos a violencia sexual en su transito hacia los Estados Unidos.
Y aún con estos flagelos, las mujeres que huyen de su país porque son victimas de violencia familiar y económica, se siguen a arriesgar para buscar una mejor oportunidad de vida, ya sea en México o en algún país de Europa o la Unión americana.
“Ellas salen no solo por causas económicas, sino que muchas viven de la violencia doméstica e intrafamiliar, buscan mejor oportunidad, sobre todo las mujeres del sector popular. Las mujeres que logran avanzar y llegar a estados Unidos, incluso a España se emplean como trabajadoras domésticas, a donde más llegan las latinoamericanas, donde ganan mucho dinero como si fuera un empleo profesional”, puntualizó.